sábado, 31 de marzo de 2007

TU CORAZON LLORA TUERAS


Como perros apagados
estamos así, dormidos,
Tú corazón llora tueras,
zumo de limón el mío.

Siete notas voy cantando
y la tuya está en silencio,
en tu boca de amapola
sus dos pétalos han muerto.

Pentagrama de mis dudas,
clave de sol espirada,
las notas en nuestro estanque
flotando como manzanas.

En sus espejos las penas
bogando van como remos,
y a la sombra de esas notas
mi corazón va muriendo.

Y esa muerte me corroe
en su tristeza de cardos,
gimiendo por sus pasillos
mis cinco hilos de barro.

Cinco colas paralelas
con sus peces engarzados,
en el aire conmovido
las penas están llorando.

Y mi pasión desbocada
corre por sus corredores,
para escuchar los portazos
de tus negros sinsabores.

Como perros apagados
estamos así, dormidos,
Tu corazón llora tueras,
zumo de limón el mío.

Pepe Martín.

MAYO

vivaldi.mid

Hace sonar sus violines
mayo verde, mayo amoroso,
sinfónico de luz y color.
Forman sus corros y jaranas perfumadas
hierbaluisas, albahacas y lavandas,
el olor inciensa el aire y el espíritu.

Hace sonar su orquestación pigmentada la flor
en rapsodia de emociones,
de amarillos brillantes,
verdes determinantes, hirientes
y violetas místicos
con el contrapunto de insectos laboriosos
placenteros y engendrantes.

Los animales cantan, bufan o berrean su celo
y el pájaro entre trinos va a lo suyo en su jolgorio.
Las nubes se ornan con sus altas casuyas de aleluyas.
El río canta su alegre marcha de deshielos.
La brisa susurra su poema oxigenado.
Todo el campo es orfeón que canta a la vida.
Y la primavera dirige su tres por cuatro rítmico
con batuta de fuego nitrogenado.

Espectador y oyente el humano se sublima,
se electriza de amor.
Eros es el angelico juguetón,
socarrón y coronado.

Pepe Martín.

TENGO CELOS DE MIS MANOS



Quiero ser tu sueño

Tengo celos ¡Vida mía!,
tengo celos de mis manos,
ellas tienen la caricia
que lejos se me ha quedado.

Ellas saben de la seda
que tu piel les ha obsequiado,
ellas son las que me emiten
mi sentir desesperado.

Ellas son las que desfloran
el huerto de tus encantos,
y a mi me queda la espina
de no tenerte a mi lado.

Ellas dibujan la línea
de los arcos de tus labios,
y dejan para los míos
esta sed de no besarlos.

Tengo celos ¡Vida mía!,
tengo celos de mis manos
que son contigo atrevidas
y yo no puedo olvidarlo.

Inspirado en un poema de mi amiga Madam L Chat.
Pepe Martín.

SI TE QUIERO PERDONAR

Que te den candela


¿Si te quiero perdonar…?
………….
¡Quítame del corazón
las glorias que llevo muertas!
¡Con un hacha, con las manos,
abre y rompe las compuertas
del pantano de mi amor…
“pa” que te ahoguen mis penas!
Quítame de las espaldas,
que las tengo hechas leña,
las caricias que me diste…
y de mi oído la brea
que está ardiendo de escuchar
al que , “equivocá”, quisiera,
Me escupiste y me pisaste
como a la rata más fiera;
mi juventud te llevaste
dejándome “tirá” en tierra
con un niño en la barriga…
con una brecha en la ceja….
¡Ahí te pudras dijiste,
y por poquito me entierras!
¡Temblándome están las piernas,
pero esta vez del deseo-
hielo que corre mis venas-
de hacerte yo la mitad
que a mi juventud le hicieras!
Con las uñas, con los dientes
me gané cuatro pesetas
“pa” vestir bien a mi niño
y darle alguna carrera.
-¡Ahí está como un pimpollo
con su corbata de seda!
no se la pagaste tú…
que bien la sudó mi menda.
¿Si te quiero perdonar…?
¡Un calichi frío de hielo
las espaldas me congela!
¿Ahora hecho un pellejo
harto de rodar aceras
vienes como un corderito
“pa” que te quite la mierda…
“pa” que te dé la pastilla
y que te frote las piernas?
¡Aunque yo tuviera vivas
las glorias que tengo muertas,
con un hacha, con las manos
te abriría las compuertas
del pantano que me asfixia
y que aún me tiene en vela,
“pa” que te ahogues en ellas!
¡Anda y vete…vete…
que te coma la miseria!

Pepe Martín.

CONCIERTO BAJO TIERRA

Solo le pido a Dios

Me siento como el rosal, florido,
aunque soy tronco podado,
sólo quedan a mi vida pasada
raíces de inventario,
siento que al pisar esta Madre tierra
al aire transmito algo,
pues tengo mis raíces en concierto
con mucho muerto olvidado.

Ellos son el honrado y santo humus
que me besa los zapatos,
por eso soy rosal que traigo fuerza,
y demuestro pocos años.
De las manos rugosas como el tronco
bajo tierra, soy el ramo.

Pepe Martín

MI BARRIO

La cartagenera

¡Mi barrio ya no es mi barrio…

que el mío va en mi recuerdo,
allí hablamos él y yo
de asuntillos que tenemos!.

Recuerdos…¡ay, los recuerdos!
Son de mi mente los lotos
en un estanque de ensueño,
sólo los agitan ranas
de añoranzas y desvelos;
¿Lo real? ¡Qué desaliento!…
¿donde se quedó mi barrio
tan tranquilo y soñoliento?…
Lo embalsamaron en brumas…
en la U.V.I. me lo metieron;
y antenas y mil desmadres
me lo pusieron enfermo.
¡Cuando él museo fuera!...

su calle era mi hogar;
sus casas el marco eran
donde la Alhambra lucía
por cuadro en sus callejuelas.

¿Dónde quedó la amistad,
el infante y su colegio?
¿donde quedó mi inocencia,
mis torpezas y mis miedos?
¿donde quedó la sonrisa
tan tímida y su rubor?
¿donde quedó la chiquilla
que a hurtadillas me besó?

¡Mi barrio ya no es mi barrio...

que el mío va en mi recuerdo,
allí hablamos él y yo
de asuntillos que tenemos!

¡Solo queda el maquillaje
del atuendo majestuoso
que heredó de sus ancestros!…

Pero su vida y la mía…
¡Aquellos días primeros!...
el rebosar de mis ojos
en mis días tempraneros,
es un pez en lontananza
sumergido en el recuerdo.
Su recuerdo tiene ojos…
¡ventanas de sol y fuego!
Su recuerdo es una abuela
en la esquina con su nieto...
Su recuerdo es una iglesia
con un monaguillo inquieto…
Su recuerdo es una ermita
en lo más alto del cerro…
Su recuerdo es un balcón
en lo más alto del cielo,
sobre un mundo de oro y verde
con venillas reluciendo;
corazón de cárdena hoya…
collar de un valle de ensueño.

¡Mi barrio!…
¡mi casa!…
¡mi pueblo!…
Recuerdos,

recuerdos,
recuerdos…
A este que ahora existe
le lloro con desconsuelo.

¡Mi barrio ya no es mi barrio…

que el mío va en mi recuerdo!
Allí hablamos él y yo
de asuntillos que tenemos…

Pepe Martín

CERRO DE SAN MIGUEL

Capricho árabe

San Miguel es una ermita
que sueña con ver su Cristo,
su cerro fuera Calvario:
¡el cerro de Dios bendito!,
de los gitanillos pobres
que aun sueñan que de niños
su casa era aquél cerro,
¡su Calvario y el de Cristo!
Las pencas sueñan con chumbos,
las pitas con platanitos,
los geranios con mi abuela
dándoles su refresquito,
y yo sueño con mi tierra
siendo un chavea chiquito.

¡Qué bonito era aquél tiempo
en que aun éramos niños,
jugando en pobres placetas
decoradas por los siglos!,
de ángeles tras las ventanas
ocultos tras los visillos
sin un coche en las aceras,
el transporte era el borrico,
y en la puerta las acacias
de fiesta con sus gallicos,
y a su sombra generosa
las comadres del bolillo,
tres abuelillas de negro
con falda de mandilillo
con sus tres sillas de enea
y el gato hecho un hobillo.
¡Qué bonito era aquél tiempo,

qué bonito y qué sufrío,
Siendo pila el lavadero
Y las aljibes los grifos!
aquella aljibe moruna
Rodeada de botijos
pa llenar de agua fresquita
Con soga y con acetrillo. agua y sangre de las venas
de un barrio guapo y antiguo
que hacía de los cauchiles
arterias, y del cañero,
cirujano presumío
distribuyendo las aguas
del Albaicín ¡barrio mío!

¡Qué bonito era aquél tiempo
qué bonito y que sencillo!
Cuando yo era chavea
De alpargata y calsoncillo,
Cuando los niños creían
que había nidos de pollinos
cuando no había aun radio,
ni portátil, ni aun fijo,
ni esa tele machacona
que tanto mal hace al niño
y cuando por ir al cine
(con los asientos de pino)
ayunabas una noche
haciendo un gran sacrificio.
Las pencas sueñan con chumbos,

Las piitas con platanitos,
los geranios con mi abuela
dándoles su refresquito,
y yo sueño con mi tierra
siendo un chavea chiquito.

Pepe Martín.

DÉJATE DE ALGARABÍAS

Buscate un hombre que te quiera


No llames en esta casa,
que esta ya no es tu puerta,
se trasladó el inquilino
a vivir con su tristeza.
Cuantas veces se te abrió,
cuantas no quisiste entrar,
ahora llora con rabia
lo que dejaste escapar.
A mi habitación vacía
la he pintado de silencio,
y para ver si aún estoy
le he colgado un espejo.
Déjame de algarabías,
de pijamas y de cuentos,
que yo encontré la salida
a todos mis sufrimientos.
Lloré tanto estando sola,
jugué tanto en la partida
que ya me quedé sin lágrimas
y son mis ojos salinas.
Déjame con mi silencio
que me cubra con sus plumas,
necesito que mi espíritu
se las cuelgue una por una.
No llames en esta casa
que esta ya no es tu vivienda,
y búscate un ático alegre
por si alguien te lo arrienda.
Dedicado a mi amiga Carmela que me lo inspiró
Pepe Martín.

UNA ROSA DE AZABACHE

Una rosa de azabache planté por cada distancia,
cada suspiro fue un dardo que se me escapó del alma.

Mi tristeza pena dentro prisionera y sin ventanas,
lejos, qué lejos te siento como las tueras de amarga.

Si mi P.C. dejo abierto, soy torre y escalinata
para que suba quien quiero al balcón de mi pantalla.

Pinto de fiesta los ojos que verás desde tu cámara…
vivo esta noche nupcial con mi corazón por lámpara.

Cuando extiendo mis e-mail son brazos y son palabras,
unos van a tu cintura, otras mis versos te cantan.

Por fin estaremos juntos, juntos mi cuerpo y tu alma,
sólo falta nuestra piel… ¡caricias desesperadas!

¡Oh, separación asidua, muerte eres muy extraña
,queda mi cuerpo vació al replegarse tu alma!

Pepe Martín

ARMONÍA


astronomiarazonable


ARMONÍA

Yo la llamaría PAZ,
la ARMONÏA tiene alas blancas
pura como la inocencia,
contraria de la discordia,
vencedora de las guerras,
hermana entre indígenas y emigrantes,
equitativa en la necesidad.
sacrificada en la enfermedad,
felicidad en el matrimonio,
honra del político.
remanso del anciano,
novia de la buena muerte.
sosiego del alma,
equilibrio entre los mundos,
La ARMONÍA
además de una PALOMA BLANCA
es la Mano Diestra de Dios.

Pepe Martín

CIBER NOS UNIÓ


Tu boca


Vamos a preparar nuestro equipaje
de palabras urdidas entre dos.
Mi amada, ven y hagamos una barca
con mil juncos divinos de ilusión.

Ilusión cimentada en un absurdo
contacto cibernauta del amor.
Ciber unió dos pechos tan lejanos
con su certero dardo, el electrón.

Tomaremos la pura flor del verso
y el temblor que da al pecho el corazón,
embalemos las noches con su ensueño
y el párpado vencido de pasión.

Por maleta pondremos la cajita
con escritos en tubos de neón,
para en ella guardar nuestros secretos
de amor a toda luz en Nueva York.

Boguemos otra nube y otra estrella,
nuestra copa de luna ebria de amor,
cincelemos con el brillo de la lluvia
en el asfalto un beso de pasión.

Pepe Martín


¡SÁCIAME A LAVA Y FUEGO!

Toda


¡Inúndame ahora mismo

que tu riada es mi imán!
Sé que me arrastras
pero ciego voy a tu ola.

Quiero absorberte y quemarme,

saciar mi sed a lava y fuego,
ese es el placer más grande
que puedes lloverme encima,
haz que tu fuego llegue al centro mismo
donde mi corazón arde.

Sosegarme en tu paz de luna

es un anhelo que sólo tengo a veces,
¡tu laguna es mi colcha de rosas!

Ahora,

hobíllame en tu río impetuoso,
álzame y desciéndeme en un segundo
de la gloria al infierno,
donde tu nieve da temblores
y sudores tu lengua de llama
¡Inúndame ahora mismo!
Quiero absorberte y saciarme
a lava y fuego.

Pepe Martín

NANA TRISTE A UN NO NATO

claro.mid


¡Duérmete mi clavel,

tus pies me llaman!
¡Duérmete mi rosal
y oye mi nana!
Mi niño, ¡nace!,
como agua de montaña
corra tu sangre.

En cunas de mil sueños“

Manuel” reinaba,
y en nanas de su madre
se coronaba.
Blasón del padre,
él, al nacer sería
flor de su sangre.

En las cortes de España

será ministro,
o jefe de embajada
del propio Egipto.
Bandera al viento,
el pendón de su padre…
¡su paz de viejo!

¡Espejo de tu madre!

¡girasol mío!,
cuchillito de jade
de mi martirio,
mi flor grana
teque en un paño de seda
fuiste a enhebrarte.

Quien diría mi niño,

pez de mis aguas
que como ángel dormido
buscas tu alma,
que en mis entrañas
tu sangre se hará negra…
ramas heladas.

¡Nana, mi niño nana!,

como agua y agua
se escurrió tu flor de oro.
Mi llanto es plata,
refleja tu sol
en su ojera sangrienta…
Nunca te vio.

Cuánta alegría florida

de amor al niño.
Qué ilusiones partidas,
sol sin camino.
Almas dolidas
ensarta el cuchillo
que siega vidas.

¡Oh, estancia vacía,

matriz sin hijo!
Qué ilusión tan marchita,
cuna sin niño.
Qué corazón.
Qué brazos solitarios
sin ese amor.

En el rincón de umbría

de un jardincillo,
puja por cobrar vida
su aborto frío.
Que le dio cita
una muerte inconcreta
siempre maldita.

Sueña con que acaricio

tus manos quietas,
mi llanto forma un río
que las calienta.
Mientras te riega,
la flor del jazmincillo
Blanca, te nieva.

Se extinguió como perla

en vino tinto…
y el no nato no medra
tras su destino.
Rojo florido,
corazón de gladiolo.
¡Por fin, nacido!.

Pepe Martín

viernes, 30 de marzo de 2007

QUE VOY A HACER CONTIGO

Derroche

Qué voy a hacer contigo, ¡amor!
De ese amor aventado por los cielos,
de esas caricias nevadas en mi alma,
de esos anhelos bebidos de mi pluma,
de tus mimosas caricias enclaustradas,
de tus ausencias lloradas a pie de cama,
de mis llamadas a son de caracola,
de esos besos robados a las noches,
de tu luz que mitiga mi agonía,
de esta madeja de ilusiones distantes,
de esta muerte de música nostálgica,
de este estar como en sueños de nirvana,
de este abrir y cerrar mi corazón.

Qué voy a hacer contigo ¡amor!,
de este amor de mariposas nunca vistas,
de estas nubes del jardín de mis deseos,
de este vivir para morir y hacerme viento,
de esta muerte externa y este fuego dentro,
de ese horizonte hecho tu esfinge,
de tu mirada grabada en la Luna,
de mi guiño grapado a tu estrella,
de este dolor de mi sangre sin tu cuerpo,
de tu rostro perdido en el estanque,
de esta noche cuadrada por tu ausencia,
del capullo de tu beso que aguarda mi boca,
de esta pureza viva de nuestros cuerpos,
de este cariño real de hoy que aguarda algún mañana.
Qué voy a hacer contigo ¡amor!
qué voy a hacer contigo…

Pepe Martín

FLOR DE ASFALTO

astronomiarazonable

Hoy he visto un milagro, un milagro de vida.
En una ridícula grieta se erguía orgullosa,
en el ángulo quemado de una acerasu futuro amanecía.

Brotó de una brizna de hierba empolvada…
era como una reina coronada con su flor.

Todo el gris del universo la cercaba de calle,
el asfalto incandescente,
el agua, que corría en el jardín cercano,
no le daba su centavo húmedo
confabulada en su contra.
Los chinos armados de aristas la cercaban,
el polvo de la reata del viento depredaba toda existencia.

¡Sí! Hoy he visto su milagro,
¡nada pudo con ella!,
lucía sus pétalos naranja como bofetada al entorno hostil,
sacrificada como un monje budista,
toda paz y confianza puesta en el micro insecto loco
que hiciera posible su orgasmo de amor con un polen lejano venido de otro mundo.

Quizá el posible futuro en forma de llanta de coche
no entraba a formar parte de sus cuitas…
Ni la mano curiosa de un chico sorprendido en su belleza.
Ella simplemente se ocupaba afanosa en vivir sus segundos
aguardando su amor.

Hoy he visto un milagro en la calle lejos del fértil huerto,
como ocurre en tantas esquinas…

Pepe Martín

TUS FALSETES

Contamíname

Hoy me han excitado tus falsetes,
he atacado pianíssimo tu piel
y sus notas avivaron tu pasión
hasta hacer de tus suspiros un vibrato.
Te siento sonata de luna en el alma,
la brillante cascada, arpegio de tu risa,
hizo rielar mi cama como un estanque
de aros concéntricos a la gota de tu llanto alegre,
rocío risueño de mi primavera,
vehemente de adoración en celo
que me repta y ata a tu cadera
con hilos entorchados de plata,
pues si te toco, me vibra todo el cuerpo,
te vibra toda el almay me excitan tus falsetes.
Pepe Martín

A MI AMIGO FAUST


A mi amigo Faust.

Querido amigo y en el verso hermano.
Tauro es mi mente
y por tanto, vehemente,
de espada de punta en blanco,
desnuda y acerada
como la luna clara,
como la voz de directa
del que su mano a la pluma presta.

Tu mente es filigrana
de nuestra lengua Hispana,
arma oscura y de membrete
como lo es el florete,
propia de duelo y esgrima,
alegre,
irreverente,
pero que no lastima.
Arma que sobrecoge al vecindario
cuando pisas su escenario.

Tu amigo Pepe
Pepe Martín

TUS AZULES MIMOS

Volverás

Como un halo de iones desbordas mis sentidos,
me derrumbas las sombras, mis silencios escondes,
viendo tu amor de fuego que sabe hacerse flores,
se iluminan mis ojos con ilusión de niño.

¿Cuándo se vio al gran arco abrir el Paraíso?
¿Cuándo se vio al gran iris alumbrando la noche
taladrado de estrellas, engarzado en amores?
¡Ya siento por mi sangre tus luces como un río!

Penetran en mi alma como rosal abierto,
esparciendo su aroma, destilando cariño.
Y brinca tu distancia mi corazón sediento
olvidando el cansancio, embriagado en su brillo,
eternamente amado, con un eterno beso,
abrasado en los brazos de tus azules mimos.

Pepe Martín

CABALLO ARABE

Capricho árabe

Canta el agua su aleluya - por los setos del jardín,
y sus rezos al Profeta - tras los muros y el cauchil.
Dicen que por los Tristes - cabalga un caballo negro,
como sombra de una noche - en plenilunio sereno.
Su relincho es un quejido - que acuchilla los adarbes,
pues recuerda lo perdido - tras la almenada gigante.
Diez mil estrellas fugaces - centellean por su pelo,
su sangre lleva gigante - aunque su porte es pequeño.
¡Árabe diría que es - a juzgar por sus atuendos!
Marca el paso como el ave, - sus cascos va retrayendo,
quiere acariciar el aire - y,
en conjunto está queriendo,
danzar algún rito árabe - luego pisa con ingenio.
Su casco la tierra bate - y levanta hilos de fuego
si la calzada deshace - sangrando al mismito infierno;
si es que en Granada lo hay… - lo cual… ¡habría que verlo!.
La fresca arteria del río - le abre sus verdes charcas,
y una corona de luna - brinca del fondo del agua,
que al contacto de sus cascos - es un enjambre de plata,
y se abraza a sus hijares - cuando se llueve entre patas.
El resollar de sus belfos - las márgenes viste de perlas…
con la acaricia del aire - sus narices aletean,
resoplan nieblas candentes - como el agua de una templa.
Su crin es una cascada - que se solaza en el aire
hasta caer desmayada - cual trasparente alfarame.*
Caracolea… - como un Pegaso se expande
azotando con su cola - los duendes que tiene el valle,
y se viste de luciérnagas - arco iris de diamantes
que ensartados en rosarios – son la gloria de las Náyades…

Vengo arrastrando cadenas - para dormir junto a ti,
campanita de la Vela - reloj del viejo Albaicín -.>
<-¡Escuchaste mi plegaria… - que yo no quise morir
sin ver tu sombra dorada - entre el Darro y el Genil !->
<-¡Qué triste fue mi destino - mucho fue lo que sufrí,
pues llevo tu encantamiento - de vagar cerca de ti!->
<-¡Cada noche vengo a ti - hogar de mis sufrimientos.
Mis glorias con Boabdil - con su marcha fenecieron.-!>
<- Permite que ahora descanse - mis huesos en ti por fin,
bajo un mirto de tu barco; - entre el Darro y el Genil -.>
<-¡Ven mi tumba a iluminar - cuando asomes por Levante,
dándome tu oriental paz - fundiéndome con mi amante!->
<-Quiso el Rey Chico soltar - a este equino en su querencia;
desterrado no me quiso – y me impuso esta condena
de que al no verte sus ojos – yo te contara sus penas->
<-¡Vengo arrastrando cadenas - para dormir junto a ti…
campanita de la Vela… - reloj del viejo Albaicín!->.

Pepe Martín

CARACOLA


Mujer contra mujer



Mi aliento en la noche

deambula con pisadas tristes por ti y te canta,
y mi verso chapotea en tus aguas
como pez empeñado en su insecto.

Tengo la noche triste,

y sus estrellas rielan temblorosas mil recuerdos.
Cuando la nostalgia se agita,
es lluvia-barro que las cales mata.

Me siento fatal

y no quisiera deambular tu calle ladrando
a tu luna hoy indiferente.

Te quise ola explosionada en mis diques

arrasándome la piel,
sentí tus ondas quebradas besar mis islas de deseo,
romper los amarres imposibles
de mi sangre en avenida
para ser devorado por ti,
delta y beso entre mar y río.

No debiera extrañar a nadie

que aún guarde nuestro amor
en la cárcel de una caracola.
Te quiero al menos en esa caja de música
donde mi oído se espuma y tu mar me canta.

Pepe Martín.