viernes, 28 de noviembre de 2008

PISAPAPELES


Ahogado como estoy
en el esquife de un sueño
veo tus senos,
sueño del árbol que en ti escondes,
frutos de la flor de tu cuerpo,
aleluya de una rama despierta de su sombra.

Y sobre tus pechos desnudos
un toro enchiquerado
que cerró el cielo abierto de mi vida.

En un alba de sábanas sin memoria
quedó mi cráneo postrado en tu lectura
como un pisapapeles calvo,
muerto e indigesto de tu engaño.

Tus papeles quedaron
como un huerto
de flores en sombra,
pero bien regado.

SE LO VOY A CANTAR


Carlos Santana - O Love You.mp3


Se lo voy a cantar
aunque a usted no le importe,
aunque no me haga caso.
Soy un asombro debajo de mi ropa
vinculado a usted en arrebato.
Un hombre como yo,
huyendo de un olvido
como de una historia mal dormida,
no teme demasiado al fracaso,
porque la vida me obsequió
algún que otro esquinazo.

Aun así me siento mendigo de su asombro
y rey de su mirada,
reencontrando mil veces
mis ojos por los suyos. Se lo voy a cantar
enredando mi voz en acorde purísimo,
mientras le voy confesando
mis dudas y clamores,
mientras engarzo a su mente mi esperanza
rasgando unos bemoles
y le entono al oído
este amor persistente
como un estribillo.
Se lo voy a cantar
aunque haya de detener la vida en notas,
como el piano de Dios
que ahíto de dar música
fabricó los silencios,
traba de ángeles y embotellado de cielo,
Se lo voy a cantar
porque me sabe mal
dejar sola a mi digna compañera
desgranando su Cumparsita
como un racimo desbordante.
Esta caja de resonancia
que sabe de mi pena y perfiles de penumbra,
porque la indiferencia de usted sugiere llanto
aunque la luz de sus ojos nos silbe una sonrisa.
Se lo voy a cantar
geómetra de sus beldadesy asfáltico a su paso,
aunque sus cuerdas me lleven
en tibia ascensión de piel,
con su vida guitarra de maja desnuda,
con su muerte de órgano derretida en los labios,
con su sonido diáfano de Venus de Espejo.
¡Mi dulce peligro de cielos y sangre solera!
Tome la curva en mi cintura
y apárqueme en el pecho,
desenrósqueme este deseo
y plásmelo en las comisuras de su boca,
porque mis horas carecen de muletas
y corren como un cojo sanado de milagro.

SEÑORA


Jan Morks Quartet - You don't.mp3



Por el rabillo del ojo,
señora,yo sé que me observa,
que me observa y calibra
como si fuera una experta.

Yo, amarro mi esperanza,
yo enciendo mi experiencia.

Déjeme bailar a dos un tango
de esos que no dan pena
y sí mucho arrebato.

Tiene usted el diestro sable
que me hará la sangría,
porque,
analizando bien la circunstancia,
vivir para usted es…
como perder la vida.

Y si se piensa bien,
usted es mi segundo…
tiene usted mi reloj anclado
en su hora en punto,
porque usted y yo somos dos
pero contamos uno,
y sin embargo usted sola
es la base de mi mundo.

Analice el diafragma que cubre mis ojos,
y si acaso los ve opacos,
no les lea tristeza
que son fiebres de un sofoco,
un sofoco fumado en el deseo
que me trae por usted loco.

Apueste diez a uno
que soy quien más la ama,
y por apostar apueste
hasta el dorso de su alma
haciendo su altura dócil
para que pueda alcanzarla
hasta la sombra pobre
que no podrá ocultarla.

Mire que beso sus pies,
que soy como su tierra
y ese aliento febril
que asciende por sus piernas.

jueves, 20 de noviembre de 2008

VIDRIO ABAJO


B. Kingdom - Greensleeves.mp3



Viento trenzado en los vidrios,
ojos de un mar hecho lágrimas,
mimo de llanto en las hojas
se llora por mis cristales.
Sé que no es mar de hojalata
lo que brilla en sus engarces.

No sé qué noche viste su melancolía sin luna,
ni sé de la naturaleza de sus conchas,
ni la premura del diálogo que trae.

Siento en mi ventana un acecho de pies descalzos,
de manos huecas y labios
de sonrisas y sílabas rotas que buscan calentarse.

Pero yo imagino donde se repujan sus metales,
en su cristal diluido veo unos ojos de jaspe,
me trae la marea vidrio abajo,
dos islas en su borrasca
a donde se va y no se sale.

Esta noche tendré en mi alma dos lutos especiales,
gaviotas en la ancha paz del agua,
sus pestañas batiendo sus arrullos,
mi yo aprisionado entre dos miradas
y mi ventana adornada en sus collares.

Vuelan por mi recinto sus murmullos húmedos
y un rielar de claridades
arrastrando su estrella de los vientos,
con hambres de mi pecho
para poder anidarse.

Yo haré que no se diluyan esas luces…
esa fiebre mansa de diamantes;
porque no es cierto
que un amor pobre sepa hacerse rico
sin que sepa de los réditos de una entrega
que supo eternizarse.

DIVAGANDO


S.Taylor - Summertime.mp3



Dejadme divagar por estas cuatro letras
aquello que se fue, pero que ser no quiso,
esta nostalgia blanca me abre la vista
haciéndome viajar a su plano infinito.

Qué honda está la noche, qué largos mis recuerdos,
esta nostalgia azul me está abriendo los ojos.
No vale divagar para ocultar la mente
sintiendo por estrellas ojos de gato rojos.

Oh Amor, dios voluble, con tu tela de araña,
con tus certeras flechas, maquiavélico filtro,
cuanta entrega de alas, qué parpadeo el pecho,
qué trote el corazón, cuánta pasión el dicho.

Qué entrega desmayada, qué volar de cabellos,
qué mano virginal por mi cuerpo convicto,
qué alborozo en la sangre cuando se sabe viva,
que verdad de sus labios volita por los míos.

Esta era la hora de atraerla a mis brazos,
esta era la hora del naufragio en el beso,
esta era la hora del rubor ignorado,
esta era la hora del arrebato inmerso.

Me querellé con nieblas y guiones de adagio,
conquisté su ternura en la flor de su boca,
me bebí su vehemencia y su pueril ternura
abrasando sus carnes en mi marea loca.

Y fue bendición santa y aquelarre diabólico,
y mi sed y su hambre por nuestro pudor roto,
milagro y condena en la cruz de sus brazos,
su alba y mi noche de garabatos rojos.

Pasa el tiempo y su máquina, y ata la vida al sueño.
La tuve entre mis brazos, sin saber la he perdido,
hoy divago mis letras, concreto su figura
en mis cóncavos brazos esta noche de guiños.

¿Cómo pudo un amor anidar tanta entrega?
¿Cómo pudo ese amor pasar a ser finito?
La quise tanto y tanto y la querré mil veces
con la fuerza eruptiva de un amor comprimido.

Su hueco en mi alma no puede repararse,
en su silencio amargo no ha lugar el olvido
porque ella es mi luna con su corte de astros
tiritándome el cuerpo cuando no está conmigo.

PROMESAS


Cavatina.wma



Nube de plomo sin lluvia, esta pena me devora,
tu lengua rica en promesas quedó en falsificadora.

Tus palabras me han herido como el filo de una piedra,
su veneno me ha tiznado la verdad y la decencia.
Pusiste la fe a mis sueños y ahora mi amor se requema,
mi espiga se anda doblando sin tallo que la sostenga,
tu promesa es una ola que me trae y que me lleva,
me está mareando el alma como paja en la tormenta.

Pusiste a mis pies tu vela y la luna se escondía,
prometiste como reina, yo como pueblo creía
asas palabras, almíbar que el tiempo hizo su acíbar,
cada promesa en el aire una imagen que reía.

Qué de tu amor apagado, qué de mi amor sin abrigo,
qué de mi mundo talado, qué del adiós sin camino.

Son vidrios en los oídos los que yo quise olvidar,
eran lluvia en mi sequía y no los pude borrar
con ellos me bautizabas peces de credulidad,
pero mi amor era un perro que te entregó su amistad.

Tengo ya la sangre negra y envenenada en mentiras,
y el prado de mi memoria sembrado de tus ortigas,
Ya tengo la venda abajo que me tapaba la vista
y me la vuelvo a subir para no perder la vida.

COMIENDO HIPOTECA


MP3



R.I.P.
Hijo del jilguero y la aceituna,
de la lima y de la tierra,
del alicate y la ortiga,
¡Muerto por hipoteca!

El parado no come,
comen los buitres su esqueleto,
come el empresario su oportunista insolvencia,
comen los depredadores de la banca
los beneficios de sus ficticias hipotecas
y por comerse,
se han comido hasta el trabajo.

Van a la cárcel los reyes de la estafa,
los zorros de la banca de tripas abultadas,
los políticos corruptos,
pero cuando la cárcel los blanquea, comen,
se comen todo lo robado
mientras el parado no come,
ni su esposa, ni sus hijos
ni sus nietos,
porque un trabajador es como una vaca
que se ordeña desde la ubres del paro.

Y tienen sus dientes hambre de justicia
y por comer se come hasta la lengua,
pero no su orgullo.
Y llama a oficinas, corre los pasillos
con la lengua atrapada entre las puertas
y el pecho ensartado entre los dientes de un horca,
y vuelve luego, y mañana y pasado
y hasta que el tiempo se funde de pisadas.

Pero no come,
no come la verdura del sosiego,
sólo la rabia que pudre la sangre,
solo come el dolor de su manto de impotencia,
y se va por el callejón del llanto
amasado en la crisis y el abuso
con su collar de corazones hambrientos,
ahogado en el agua de un sollozo
por donde nadie le mide la mirada.

Y se lo come el propio vientre y las trampas,
que se comen sus tejas y su cama.
Pobre parado como un edificio derruido,
como un gavilán venido a menos,
como un rugido que se desinfla en maullido.

Pero otros sí comen,
eso sí, al pobre reptil de la banca
se le ponen unos miles de millones como paños calientes.
Pero al que no come,
al parado que no encuentra trabajo,
le dan que se coma su hipoteca…

Entre sus dientes masca la pobreza
y la ruina de sus ataúdes,
pobre árbol sin savia comido de carcoma,
bebiendo de esa muerte larga que es el paro.

R.I.P. Al Parado,
¡muerto por hipoteca!

¡VOLVERÉ!


Quién es?
Abre la muralla."
Nicolás Guillén.

En el norte vivimos porque lo acreditan los papeles,
pero no porque hayamos ganado esa batalla;
por eso el hombre que vuela no existe
sólo es una loza más con que tapiar un olvido.

Sólo quien ama a su familia más que a la propia vida vuela.
Nosotros los del Norte no hemos ganado esa batalla,
no hemos perdido tanto como para volar como el pájaro más leve,
no nos hemos hecho fugitivos en una aventura de ruina y muerte.

Qué valiente hay que ser para volar el anhelo de vivir,
qué valiente para alzar la vista a las estrellas,
qué valiente para dejar de estar muerto
para conquistar otro mundo con avidez y el plumaje roto.

Un hombre con las alas rotas no está vivo,
pero tampoco se le puede dar por muerto.
La muerte tiene para todos un gesto homologado y sin aduanas.
No importa como se muere, sino cómo se vive,
porque la vida no sólo está encadenada al alimento,
la vida también es sueño, plumas y coraje.

Un hombre claro de deseos es un ave en el azul furtivo,
un sin papeles que ha ganado una batalla,
un inmigrante que quiere libertad y pan para su nido,
ha roto sus cadenas y las ha forjado plumas,
y donde faltaron plumas las suplió con valor y hombría.

Es un hombre atado entre nostalgia y oportunidades,
una angustia descuartizada entre deportación y discriminación,
una aventura de ruina en una rifa de muerte en propia tierra.

No importa cómo muera un hombre, sino cómo vivió,
no todas las aves inmigrantes y valientes llegan a su destino
y caen en su travesía como un Ícaro grave,
o se estrellarán en un horizonte de acero,
o en la reja de una cárcel de acogida
donde ronronea su corazón como un élitro roto.

Pero tú, hombre del norte no vuelas porque no has ganado esa batalla,
con un saco de piedras fraternales atado a tus pies
en un aire líquido y de plomo vigilado.

Un hombre con las alas rotas no está vivo,
pero tampoco se le puede dar por muerto cuando dice:
¡Volveré!

domingo, 9 de noviembre de 2008

EL ANILLO DE TU ALIENTO



Como el Espíritu Santo es tu palabra,
blanca y llena de fuego.
Pálido lirio con alas amarrado a mi alma.

Pájaro de mi mente que tarde llegas
y pronto te vas
sin que las manos de mis ojos te acaricien.
Cada anillo de tu aliento lleva mi amor repujado,
vienen a mi las alas de tu empeño
dejándome empapado en su lluvia
de ígneo amorforja encendida en propia llama.
Sólo quiero esa palabra,
ese obsequio sangrante de pasión
que se me haga racimos
y embriague las noches de mi lecho.

Una palabra como una sonata
vehemente en mis oídos
sugerencias anheladas que por queridas
caerán de maduras.

Una palabra elegante de túnica sonora
que en mis noches de agonía riele en mis oídos
como un cisne de luna.

Una palabra blanca, o mejor, un delirio
diluido por mis tímpanos
que me chorree su fuego hasta carbonizarme.

Una palabra balsámica,
sanadora de mis muertes,
que conforte mi alma incompleta.

Como el Espíritu Santo es tu palabra,
blanca como la luna,
roja como un incendio…

LA MUERTE CHICA


The Shodows - Lady In Red.mp3



Sobre la hierba del ayer y el abrazo de hoy

se cernió la cama del mañana.
Ya flota nuestro lecho sobre el mundo
como una bandera de frente altiva,
flota el amor y el deseo sobre lenguas oscuras.

Cuando tu amor llamó por mis ventanas y cerros,

me asomé a tus ojos, navegué a otros mundos
y vi los pastos de tu mente reclamando mi caricia.

Amor, y cuando voy a tu lado siento tu imán que me traga

y yo me alzo en un vuelo de pájaros por tus sienes,
aleteando como el aliento por tu cuello relumbrante.

Cuando el nudo de tus manos me ata a ti,

recibes mis caricias fruto de un alma templada
que se deja arder en tu fuego apremiante.

Y cuando alzas tu frente coronada de azahar,

mi yo amante pasta en las flores de tu pecho.

El anhelo creciente puso ramas al nido

y la piel con la piel al reclamo hizo honores
y la cal se hizo hueso de andamio desvencijado,
y el sudor se hizo sangre de fuente indómita,
y el aliento fragancia de celo felino.

La vida se hace advenimiento en sus jugos

y el fluido hecho cuerpo se hace simiente
plantando sus cerezos al abrigo de tus brazos.

Cuando mi ojo se arrastró por tu piel, hambriento,

y mi sangre alzó su vuelo tu particular paraíso,
nos venció una muerte chica de blanco júbilo,
abandono de la carne levemente matada en la dicha.

CEREMONIA


DiBlasioOrfeoNegroMedley.wma



Cuando tu me iluminas
la sangre no me cabe en el traje del cuerpo,
y mi exaltada añoranza se derrama de mi mente.

Qué paso de ceremonia se nos abre entre las flores,
qué brisa de amor es nuestra invitada,
qué llama naranja es un reclamo,
qué torre de cristal enmarca nuestro lecho,
qué aliento de pimienta me quema las entrañas
qué viento melodioso nos aporta sus pájaros,
qué iris de amor nos transporta sin ocaso
hasta una luna de frenesí en sus fuentes.

Abro mi puerta amplia y repujada
para que tu plenitud la atraviese,
flor que eres mayor que la rosa de la aurora,
llave de rocío en mi mañana fría
campana que ocupa al despertar de mi sombra
para que me levante en ti como un toro en majestad.
Tu primavera baja de los laureles ebria de sol,
algo así como mi piel cuando es cubierta
por el oro de tu deseo aureolado.

Ángel de mis carnes con dedos de pluma,
eclosión vital, ígnea corona sin sosiego en los ojos
que alimentas la ola en la que muero
con lazadas que unen hasta la entraña.

Días de Venus tormentosas y tempestuosa líbido,
de cercanas mejillas, de labios hirvientes
que concretan esperanzas sobre los hombros rosados,
maravillosas licencias arrolladoramente febriles,
días de sentirse diminuta semilla ante la amplia tierra,
días de enredaderas rojas y blancos alabastros,
días de inmersión en la vorágine y ausencias de cordura,
sementeras de carne como ondeante trigo,
alientos delgados que se mueren de tanta vida,
corazones alterados gozando en combustión,
carnes quebradas que deliran sus heridas,
días de quemarse y echarse fuego encima
persiguiendo una colcha de amapolas.

PALABRA ASESINA




Obsequiada como paloma al alma,
sonido de envoltura al sentimiento,
Anillos de aliento modulados
para ser engarzados como collar
a otras gargantas.

Pájaro de la palabra,
qué tanto arrullas,
cuando te tuerces…
cuanto hieres y asesinas.

Corren las pasiones por el verbo,
como plumón de paloma alquitranada,
sucias como nieve en el camino derretida.

Como una llaga enamorada
queda el amor vilipendiado.
Como una tarde deshojada en el río
arrastra su sangre en larga herida,
brota su cauce del pecho
taladrado por una daga hecha palabra.
Es un surco en el barbecho
que no espera el sueño de la espiga.

Como un toro se alza mi angustia
con hambre en sus astas emboladas.
Un hacha urgente en mi costado
me destripa y me desata
dejando poca mansión al alma
y un largo hueco de salida.

Falto de aire, ciego de luz,
estoy premuerto como un ocaso
que reverdece su sangre
hasta hacerla violeta.
Perfil de tumba y cielo opaco
sabiéndome río sin retorno
descalabrado en la fauces
de una hidra.

Pájaro de la palabra,
qué tanto arrullas,
cuando te tuerces…
cuanto hieres y asesinas.

BESO OTOÑAL




Consuelo.wma



Por las quebradas del cuello
subo y bajo hasta tus hombros,
por las lindes de tus senos
mis dedos son cinco corzos.
Amor aguarda su instante
en que pierda los sonrojos,
juegan dos escalofríos,
uno rosa y otro rojo,
y un beso arrulla taimado
con un tigre entre los ojos.

Cuerpo de mar en zozobra,
coral de fuego espinoso,
sus olas por tu cintura
se hacen fluidos morbosos.

Llueve el tiempo hecho deleite
y el deleite en desahogo,
reina el amor en el lecho
y en el corazón asombro.

La soledad desvestida
se ha encendido como un horno
y el corazón no se duerme
cuando se sabe en otoño.

IMAGINACION


Rock Orchestra - The Phantom.mp3



Qué suerte ser mirada en tu espejo, fotónico a tu imagen…
Qué suerte ser prisionero en su fondo sin guijarros
como un ángel de amor ahogado en tu mercurio,
dejando fuera del marco las rocas de tristeza.

Observarte, observarte mientras tus ojos revolotean mi pecho,
sentir tus ojos escribiendo poesía en mí,
junto a esta inherencia que vive de tu imagen reflejada.
Y tú, desnuda como una azucena de alabastro
mi niña amanecida que me mira de frente.
Mirar sin mirarte, y aun no tacándote
ser como una traición avarienta en el espejo,
una llamita de deseo sepultada en agua fría.

Tu imagen no es otra cosa que la sed de mis ojos,
tu milagro recompuesto en mis recuerdos,
un viento encerrado conmigo en tu espejo,
sombra en tu sombra que acorrala tu cuerpo presentido
como alguien desesperado que se ahoga de amor en el mercurio.

Mis ojos te roban con lujuria inalcanzable.
Aquí, aquí se alumbra tu fuerza salvaje y femenina,
y entonces te conozco como tu imagen reflejada te conoce.

Y cuando el vaho nos empaña,
siento cataratas que me traen al mundo lejos de tus ojos,
ese cielo fácil vacío de nubes.
Qué malo es ese hielo que las miradas rompe
de tus ojos alados, de tus pájaros narcisos,
espuma de luna y sol que aprendieron a bañarse.

Tú, óleo vivo, tú, ardiente horizonte,
tú, estatua rosada diosa del reflejo.

En ese espejo mío y tuyo que no deja besarte si no en sueños,
a pesar del tiempo giratorio en su molienda,
he aprendido a ostentarte en mi cerebro
como al tatuaje predilecto de mi alma.