miércoles, 30 de diciembre de 2009

LARGO, CALIENTE Y CON AZÚCAR


LARGO, CALIENTE Y CON AZÚCAR.


Recuerdo aquella barra caprichosa

con reflejos informales de neón.

Quebramos nuestra imagen en el asiento

y tomamos un largo, sólo y sin azúcar.

El aroma y los vapores palpitantes de Colombia,

la cafeína puso alocuciones en la lengua

alargando nuestro encuentro fortuito.


El ave de tu mano se incendió con un rubio,

y no sé si fue su nube por tus ojos

que deshiló su cola por tus labios,

o que tu iris viajó a mi pasión

como un pájaro de augurio,

quien me hizo anhelar la fragancia de tu boca

a tierra virgen, a prados locos ya olvidados,

a raíces en la sangre, sortilegios de pasión,

alfileres voluntariosos secos y con hielo

quienes poco a poco nublaron mi razón.


Y de piedra me hice espuma,

y de sombra agua de géiser,

y de labio sangre hirviente.


Aquella primera vez fue la consigna:

¡como nunca y como siempre!

y regresábamos siempre allí a la busca de un desvelo

que nos calmara todo el amor que nos quedó

largo, caliente y con azúcar.


Pepe Martín.

domingo, 27 de diciembre de 2009

EL CANGREJO DE LOS CELOS


EL CANGREJO DE LOS CELOS


Me achuchaste con rabia al cangrejo de los celos

y quedó en mí el corazón en carne viva,

malherido de amor, coronado de espinas.


¿Quién lanceó al muñeco que de ti me ensalmó?

La muerte proyectó su sombra por mis barrotes.

y tu creencia estableció en mi demencias de vino.


¡Qué esfuerzo de ave hermosa por ser lobo

en el desgaste cruel de querer con exigencia!

Cuanta carne de muerto florecido ocultas,

tienes un guante de luna y otro de espinos,

cuchillo de demencia, paño de mis lágrimas,

ahora soy el hueco puro que por ti no vive,

peregrino, gimiente y sin norte por mis ojos.


Qué armario de puñales me escondió tu pecho,

qué almibarada muerte la que tu gesto guarda,

qué grande y qué perdido todo mi esfuerzo.


No pudo arrancar mi voluntad los escorpiones

de la piedra abultada que cubría tus celos.


Pepe Martín

miércoles, 23 de diciembre de 2009

AMADA


AMADA


Amada, nombre de aliento, rosa y uva,

bao de limones exprimidos

que refrescan mi boca encendida.


Qué palabra de menta,

qué violeta delicada.

qué lisonja en los oídos.


Qué distancia de aire hasta tu beso,

qué peregrinaje hasta tus labios,

qué navegar tus ojos nocturnos

hasta la naranja encendida de tu aurora,

hasta que tú y yo estamos juntos

desde la hebilla hasta los huesos,

juntos de ola, surco o enredadera.


Tu pecho es un pozo infinito

que atraviesa con su agua mi mundo

con lenguas de fuego azul,

donde bebe mi corazón calcinado.


Qué confluencia nos trajo a amarnos,

qué pedregal flanqueado hasta tu ombligo,

que jalón nos señaló la carne,

qué placer de ser tu y yo donde se quiera,

pero para siempre unidos.


Pepe Martín

lunes, 21 de diciembre de 2009


MUJER


Nombre de tierra y de árbol, de un abril que es primavera

bisagra de vida y muerte que nos viene por sentencia.


Nombre que amansa la guerra y apacigua lo demente,

razón lógica del mundo que de versos enloquece,

ara donde se apaga la ira para coronarse de iris,

vena de un fuego dormido con la magia de una Isis.


Nombre grito de victoria y augurio de santa madre,

que tiene sed de caricias, trepadora de la carne,

enredadera del alma, sol que inunda los ojos,

luna blanca de abrigo que mitiga los enojos.


Ave nevada en mi río, caracola de mis carnes,

que no me cubra la nieve la fiebre de tus cristales,

deja que entre en tu pecho hirviente de mis pasiones,

quémame en calor de hembra que quiero ser tus tizones.


Mujer, sustantivo de fuente y estatua santa de piedra,

me apoyo en tu hombro dulce con toda tu ascendencia,

de tu mano emprendo el vuelo como ave de cetrería,

anhelante de ese premio que me ha de alegrar la vida,

y me alzo de tu hombro y a tu hombro raudo vuelvo,

porque eres como un imán con polo opuesto en tu cuerpo.


Pepe Martín.

jueves, 17 de diciembre de 2009

ROSA DE AZUFRE

ROSA DE AZUFRE


Tengo una pasión fiera que me estalla en la boca

sin saber cómo ha sido, ni cuando ni donde,

sin problemas de orgullo me llora y no se esconde,

como flecha de fuego, como una malva loca.


Cómo no amarte si eres mi rosa de azufre,

un topacio que emerge del mismo rojo fuego,

tú eres su puerta, tú apremias su juego

mientras rujo en silencio y mi alma sufre.


Quisiera amarte leve, dominar mi ansiedad;

pero esa ley no es mía, ni tampoco es la tuya,

por nosotros no corre sangre que es de casulla,

y así pido a natura que me tenga piedad.


Te amo en el hervor que sueña en el relente,

que germina la tierra para luego ser brote,

sin que esa herida verde la pobre tierra note

cuando un amor de pétalos la corona realmente.


Te amo con la wija de mi deseo negro,

desde la oscuridad y el fondo de mi alma

o vena enfebrecida que me quita la calma

en cuyo cruel suplicio vivo y me alegro.


Y es que si tú observas, yo veo por tus ojos,

y es que si tú hablas, yo me vuelvo tu verso,

y es que si tú te mueves, yo soy tu universo,

y es que si tú te duermes, yo echo mis cerrojos.


Pepe Martín









sábado, 12 de diciembre de 2009

FETICHE DE UN TE QUIERO


FETICHE DE UN TE QUIERO.

Me subió la marea de la vida,
el líquido hirviente del deseo,
mis venas se abrieron como herida
que expone su amor en un museo.

Arrebatada y larga es la cogida
que pone a la pasión en ajetreo,
arrebatada, larga y abatida
se muere la pasión si es balbuceo.

Dejé mi voluntad desparramada
sobre cada fetiche de un te quiero
que, al final, no me condujo a nada.

Hoy me hiervo y me sangro en el caldero
donde negra coagula sazonada
una muerte empolvada en tu sendero.

Pepe Martín.

viernes, 11 de diciembre de 2009

RIMA


RIMA

No por medir el verso el alma pierda
¿Por qué medir su encanto al alma choca?
Le da rima la diosa que la toca,
ya que al cabo la cuerda es sólo cuerda.

Así, cuando la leve letra muerda
el ave de su música masoca
hecha clave en el cerco de la boca,
tal vez la nota diga en qué concuerda

con el llanto que alegra al pecho mío,
sin que medir amor se me haga frío,
porque ajustada a ritmo aún se quema.

Y es que la mano crea, pulsa y siente
lo que guardo de ritmo por mi frente
que en mi poema se hace danza y yema.

Pepe Martín.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

CELO


CELO.

Los canes de mi noche mi alma quiebran,
mi muerte está naciendo filo a filo,
con un celo de amor entre las cejas
estoy en esta jaula con mi aullido
de jauría famélica revuelta,
escasa de la carne que te pido.

Y esta voracidad que me domina,
esta sed tan ardiente de tu cuerpo,
este romper mi cuerpo en agonía,
esta sincera falta de tu aliento,
este buscarte torpe noche y día
en el rincón oscuro es un tormento.

Y este tropel de manos que te ansían,
este anhelar despierto lo que sueño,
este deambular de cofradía
buscando entre tus pechos mi alimento
con mis besos triturados, por la vía
de un buscarte a tientas sin encuentro.

Si al menos mi lamento consiguiera,
que no ardiera por dentro de este celo,
no sé yo, si tu amor no me doliera
lo mismito que un ascua del infierno.
Junto a mi cruz hoy tengo la blasfemia
de guardar un demonio en un te quiero.

Pepe Martín

viernes, 4 de diciembre de 2009

TU CUERPO ES MI ABRIL


TU CUERPO ES MI ABRIL

Tu cuerpo es mi abril, tu aire es fino,
toda tú eres luz intermitente,
un manto de cristal, vida latente
que alienta su euforia a mi camino.

El vaho de la vida, Brinca el trino
que fustiga y enerva alegremente
al celo esponjiforme, que urde y siente
un temblor en la sangre submarino.

Las rachas de pasión me hacen tanino
bajo tu beso tibio y transparente
cual chorro decantado de buen vino.

Y me absorbe tu onda ávidamente
quedando enajenado y sin tino
como electrón que sigue a su corriente.

Pepe Martín

miércoles, 2 de diciembre de 2009

AL ARTE


AL ARTE.

Nadie ha explicado con certeza al idioma del espíritu,
a este espíritu volcado en el aire,
en los ojos, en la materia.

El arte a veces es un mimo vivo en el gesto,
aleteado por las manos,
viajero del aliento,
Él afecta a los sentidos que son sus cómplices:
se crea, se vive, se siente, se ama,
conmueve, se aspira, se contempla.

Vive agazapado, desconcertado, buscándose, buscándonos.
bloqueado en las neuronas, en la materia y sus dudas,
prisionero entre las rejas de los ojos
y los timbres de las bocas,
presto a ser un sueño conmovido,
quizá listo para ser convaleciente
de un olvido privado entre los siglos.

Inmortal y perdurable,
es y no es,
y sólo existe en el corazón que le cobija,
en quien lo ha amado, llorado y sentido,
en aquel que recibe la mordida de un ente
que no muere aunque agonice.

Es algo que se contagia con la histeria de un milagro
calibrando al sensible de aquel que está aletargado.

Es imagen del viviente o su simple responso
que ve pasar los árboles y los pájaros
ignorando su sombra.

Perla de los museos,
candelabro de palacios,
eje de parques y auditorios,
escala del cielo,
duende de las cavernas camuflado entre milenios
que vieron la grandeza de su sangre,
sus aceites, sus ornatos y sus fuegos,
con su andamiaje de danzas, rezos y humos,
desaparecido como sin rostro en los oasis del tiempo
para brotar con sus mil caras como novilunios.

¡El arte es un lazo armónico
entre admiradores y creadores!,
él talla nuestra medida,
todos le tenemos en algún sitio,
estoy seguro,
es nuestro tesoro,
aunque sea muy al sur de nuestra alma,
aunque vague en nuestras mentes para ser inexpresado,
en nuestras mentes, donde navega preguntándose
dónde puede hacerse hijo del buen amor
y enemigo del odio,
sus fines más directos y comprometidos.

Pepe Martín

martes, 1 de diciembre de 2009

MI LENGUA


MI LENGUA


Mi lengua, sed de halago en celo hirviente,

hecha a lamer tu carne y mi ceniza,

lo mismo teje letras que organiza

los pecados que cuecen por mi mente.


Y busca su reposo inútilmente,

remueve sentimientos que desliza

por la sangre que tensa se le riza

en forma de expresión, la más vehemente.


Se sube a los labios de improviso,

saborea el recuerdo que contuvo

espigando el deseo al compromiso.


Y puesto en pie el polvo de mi vida,

suelta al toro del verso que retuvo

hiriendo a la razón con su cogida.


Pepe Martín.