NO PUEDO DEJAR DE QUERERTE.
Para que incubara en mí aquella idea,
un poema te escribí de desamor,
te escribí con deseo de olvidarte
pero no, no quiso la suerte
y por eso sigo enfermo de tu amor.
Y mezclo liras, sonetos y estrambotes,
para borrarte de mi imaginación,
pero pesan más tus sentimientos
cuando te quiero apagar con mi traición.
Y no beso otros labios sin los tuyos,
y no veo otros ojos sin tus ojos,
y no siento otra carne que tu cuerpo,
y no siento otro gozo que en tu seno
porque por ti tengo perdida la razón.
Sin remedio escribo que te quiero,
aunque luego dude en mandarlo si, o no,
y si hay algún culpable de mi muerte
tú pones la sombra y yo mi corazón,
tú pones en mí tu maravilla
que es la espina que me causa este dolor.
Pepe Martín.