¡Por Dios, que el cielo me calme!
que me convierta en un lago
donde Selene se bañe
brillando blanca de plata
por el juncal de mis hambres,
que robe alhajas de luna
tiradas por los estanques.
Yo tengo por corazón
Yo tengo por corazón
un carámbano de jade,
y mis labios de cicuta
visten mis dientes de jaspe.
Soy sabio por lo vivido
Soy sabio por lo vivido
y torpe por mil pesares…
no sé si me cubre herrumbre
o son vestigios de sangre.
No sé si soy fiero plomo
No sé si soy fiero plomo
o leve filo de sable.
Vinagre doy donde vivo
espeso como su madre,
y allí donde hubo cariño
sólo dejo tristes ayes.
Soy juguete de pasiones
Soy juguete de pasiones
abandonado en el aire,
en él navega mi plomo
y en mi ardor causo desastres.
Debe ser un maleficio
Debe ser un maleficio
que me calienta la sangre,
o apremio de último trino
que me urge los estambres,
porque me hierve la entraña
la lengua de los volcanes
con sus penachos de oro
y su garganta granate.
Pero esta noche me duele,
Pero esta noche me duele,
¡me duele causar pesares
a la paloma inocente
que me tomó por su aire.
¡Una lluvia que me enfríe!¡
¡Una lluvia que me enfríe!¡
Por Dios, que el cielo me calme!
Que me convierta en un lago
donde, inocente, se bañe…
brillando blanca de plata
en el juncal de mis hambres
con sus alhajas de luna
tiradas en mis estanques.
Pepe martín.
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