Jan Morks Quartet - ..>
Hay un amor valiente, hay un amor cobarde,
cobarde pero decente porque ha llegado tarde.
De poniente es mi noche y la tuya de alba,
en donde se encontraron la noche se hizo larga,
larga y estremecida como una buena fiebre
que la cama mitiga y con el día muere.
Curiosa a mí venias, curiosa me mirabas…
y en mis ojos veías mi puerta sin aldaba.
El amor que te di es tuyo y es mío,
pero cuando yo muera los dos vendrán conmigo.
El amor no es tal fruto si no es por la flor,
y esa flor perdió brillo tan sólo por amor.
Pepe Martín.
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