LA VASIJA DE MI CUERPO
Esta vasija mía y su carcoma,
en mi noche se hacen negro abismo,
no es que no esté, no falto de mi mismo
con mi angustia y su máscara que asoma.
Tu deseada alma ahora toma
la forma de este vaso, mecanismo
que aligeró la marcha al exorcismo
de ser el condenado de tu poma.
Y eres Eva, serpiente que me anida
con su grave pecado consentido
fingiéndome ser crótalo sin vida.
Y no tengo sosiego ni una hora,
tan sólo aguardo estoico ser mordido
aunque quede partido y sin aurora.
Pepe Martín
Esta vasija mía y su carcoma,
en mi noche se hacen negro abismo,
no es que no esté, no falto de mi mismo
con mi angustia y su máscara que asoma.
Tu deseada alma ahora toma
la forma de este vaso, mecanismo
que aligeró la marcha al exorcismo
de ser el condenado de tu poma.
Y eres Eva, serpiente que me anida
con su grave pecado consentido
fingiéndome ser crótalo sin vida.
Y no tengo sosiego ni una hora,
tan sólo aguardo estoico ser mordido
aunque quede partido y sin aurora.
Pepe Martín
2 comentarios:
Pepito, entra en mi bloger, tengo un regalo para ti.
Besos
Mareica, he entrado y he visto la lotería, gracias por el regalo, pero no tengo ni idea de lo que hay que hacer. Besitos, Pepe
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