
COMO AGUA DE MAYO.
Devuélveme la vida
como agua de mayo,
y enciéndeme en tu fuego
como hija del rayo.
Quita de mi pobre cuello
el dogal y su cadena,
hierro de no estar contigo,
argolla de mi condena,
si no quieres que me mate
libérame de esta pena,
y quítame de las manos
el cañón de mi escopeta.
Devuélveme la vida
como agua de mayo,
e hidrata con cariño
la crin de este caballo.
Ay, qué largo escalofrío
va congelando mis venas
con los terrones de hielo
con que tu ausencia me pena,
y quiero escalar tus nubes,
con las uñas, como sea,
abierto como una fuente
que el engaño dejó seca.
Devuélveme la vida
como agua de mayo,
y azulea mi cuerpo
y verdea mi tallo.
Llévame contigo al lago
en donde siempre te quiera,
y olvida mis cicatrices
y el dolor de esta condena,
que no me importa el cuchillo
ni la sangre que me deja,
y lávame las heridas
y el veneno que las quema.
Devuélveme la vida
como agua de mayo,
que quiero ser tu amante
ciego, como un vasallo.
Pepe Martín