miércoles, 21 de julio de 2010

HERIDO


HERIDO


Caña clavada en el río,

rey de los humedales,

cobre bruñido su espalda

nada y repta al escaparse,

el sol retuerce cuchillos

entre los cañaverales,

y son los cantos del agua

chismosos pa delatarle,

mientras dos onzas de plomo

le roban su roja sangre,

mientras las cañas afeitan

las largas barbas del aire.


¡Calla Corriente!,¡vengo huyendo

de civiles y gendarmes!,

¡cerraros claros del bosque,

caleras no delatarme,

calarme vuestro sombrero

tejados de viejas calles

y haced que una grieta acoja

a este reo de metales

que sobre crestas de fuego

me buscan para matarme!


Vengo caliente de amores,

el corazón se me arde

como si fuera una fragua

sin que mi pasión se apague.


Como las astas de un toro

he derramado otra sangre

y la muerte se ha cobrado

lo que yo quise pagarle,

me reclamaba mi acero

un pecho pa calentarse,

porque a mí nadie me roba

sin que tenga que matarme.


Fundiéndose con las sombras

el herido pierde sangre

y se le escapa la vida

por un agujero grave

en tanto perla su frente

una fiebre de cristales,

y el cañaveral afeita

las largas barbas del aire.


Pepe Martín

jueves, 15 de julio de 2010

LOCA


LOCA


Está declarada loca

porque otorga,

sufre que le pidan besos

y aderezos,

con ansia de fuente de chorro

sin socorro,

y sufre su tragedia

con vergüenza

aguardando la noche con su troche

y moche

consumida por el hambre

y su raigambre

aguardando su hostia

y la rehostia

de quien piensa que los palos

se arreglan con regalos,

de quien piensa machacarla

sin dejarla,

para verla sufrir

hasta morir,

víctima del mal trato

y su arrebato,

como un perro acosado

apaleado.


Teme la pobre loca a la puerta

y sus sorpresas,

y al oído en el tabique

y su palique,

y al corrillo de la gente

tan inclemente,

como un cordero teme a todo

y su rescoldo,

teme al rigor de la vida

sin comida,

y a encontrar un trabajo

por lo bajo,

a su trauma de sentirse nada,

aprisionada,

y sierra su boca la loca

que se apoca.


Perla redonda en el río, luna

sin Dios ni fortuna,

la loca esparce su semilla

por la orilla.

pues ama y no delata

a quien la mata.


Pepe Martín

jueves, 1 de julio de 2010

NO PUEDO DEJAR DE QUERERTE




NO PUEDO DEJAR DE QUERERTE.

Para que incubara en mí aquella idea,
un poema te escribí de desamor,
te escribí con deseo de olvidarte
pero no, no quiso la suerte
y por eso sigo enfermo de tu amor.

Y mezclo liras, sonetos y estrambotes,
para borrarte de mi imaginación,
pero pesan más tus sentimientos
cuando te quiero apagar con mi traición.

Y no beso otros labios sin los tuyos,
y no veo otros ojos sin tus ojos,
y no siento otra carne que tu cuerpo,
y no siento otro gozo que en tu seno
porque por ti tengo perdida la razón.

Sin remedio escribo que te quiero,
aunque luego dude en mandarlo si, o no,
y si hay algún culpable de mi muerte
tú pones la sombra y yo mi corazón,
tú pones en mí tu maravilla
que es la espina que me causa este dolor.

Pepe Martín.

sábado, 26 de junio de 2010

MI AMOR EN SILENCIO

MI AMOR EN SILENCIO


Aunque no me has escuchado,

sé que tú te lo malicias

que mi amor es tu corona.


Se equivocaron del todo

aquellos que se burlaban

porque yo quería la luna.


Aunque, pensándolo bien,

tenían razón en llamarte luna,

porque tú eras eso y mucho más:

la flor del universo.

Y me dijeron que mi delirio

sólo podía conducir a un desierto,

que mi sirena era lirio de aguas profundas,

y que mi barca sólo era sandalia

cubierta por la arena.


Yo me lamía las heridas…


Y hoy te digo: ¿qué más daba?

aunque el miedo a perderte

me clavaba vidrios en la lengua,

yo era ya el dueño del anillo,

de aquel amor a raudales,

yo era ya cáliz de amor rebosante,

de un sentimiento puro.

ese era tu regalo involuntario

que me envolvía en sus alas,

me aprisionaba el metal de tu cadena

y sentía el vapor del amor,

ay, qué fuego me subía a la cabeza

mientras la flecha de la muerte

se deleitaba en verme lentamente morir.


Y era un incansable renacer de mis cenizas,

fénix quemado en el sol de tu pelo

y resucitado en la humedad de tus ojos de estrellas.


Mío, sólo mío era aquel tesoro

aunque no supiera más de ti,

ya me había bañado en el sentir de tu gloria

y no me sequé de esas aguas

que me ungieron para siempre el corazón

dejándome el aroma a jazmín que desprendía tu huella.


A todos aquellos que de mí se burlaban,

les lancé a los ojos mi ironía

porque era conocedor del amor perfecto

no mancillado por el desgaste de la vida.


Pepe Martín

jueves, 17 de junio de 2010

ADIOS A MI AMIGO

Comunidades204011


ADIOS A MI AMIGO


Aquí estoy parado como un coche,
rezando a Dios como un ciprés,
aquí estoy quebrándome en el viento
mientras tu cuerpo frío cuaja su sangre.


Aquí estoy cuando las violetas se trenzan en mi lengua
y el crisantemo adorna tu costado,
poco tardaste en abrazar la muerte,
en escuchar la monótona nana funeraria.


Estás aquí comiéndote la tierra
que bebe tu humor de dios caído.

Escucha el gemido del perro de mi pecho
con su aullido de lastimera muerte,
con llanto de rosa cortada
y mi entrecortado llanto de niño abandonado.


Lloro en este laberinto de biombos con chaqueta
y sombreros a media hasta,
ahí se esconde mi cuerpo
entre equilibrios dialogados,
en el mismo rincón donde descansa la guadaña
de la muerte que segó la vida de mi amigo.


Yo sé del uso concreto
en que chirrían mis ojos oxidados,
y sé de las cuerdas aflojadas por el alma
que desafinan el violín de mi garganta,
y sé de la voz callada
que enmudece en mi cuello de hojalata.


Recibe mis lágrimas de aluminio
y este grito que tropieza sin estar borracho.
Déjame pasar la gruta
donde Eva reproduce los cuerpos de las cenizas
que espero sea el valle de tus desperezos,
para dialogar contigo en los maternales brazos.


Adiós compañero de mis sueños,
estudios, juegos y averías.


Pepe Martín

lunes, 14 de junio de 2010

LUNA LUNERA


LUNA LUNERA.


Perla fingida en el río,

Rosa la de los rosales,

comadre de anocheceres,

la luna tras los cristales.


Con su pudor de cuchillo

la luna mece su talle,

mientras la besa el chiquillo

que provoca sus achares,

y en la noche se sonrojan

sus mejillas como sangre,

mientras suspira una nube

que en hilillos se deshace.


-¿Quién pide peras al olmo?,

¿quién de amores se deshace?,

¿quién quiere verme en sus brazos

desvistiendo mis percales?,

¿quién de mi rayo de plata

me desata los ojales?-.


-Toma el calor de mi boca

donde puedas enervarte,

que a golpes de corazón

quiero poder calentarte,

llévame al arco de cielo

por donde tú te desplaces,

que en la tumba de un lucero

quiero poder aguardarte,

“pa” que me traigas la vida

cuando vuelvas a acercarte-.


Por el cielo caminaron

hielo y fuego, nardo y sangre,

sombras esconden los troncos

que critican con el aire,

y en las cuevas se escucharon

los gritos de las comadres.


En la falda de la luna,

un niño de jaspe yace.


Pepe Martín

jueves, 3 de junio de 2010

MANO TENDIDA CORTADA


MANO TENDIDA CORTADA.

Flotilla de la Libertad.


Un barco puede llegar a ser una paloma

con las alas cortadas y asesinada en pleno vuelo.

¿Qué les queda por pasar a los palestinos

en esta historia de injusticia y asco?,

¿morir en un cerco vergonzoso?,

¿que les partan las piernas para que se arrodillen?,

¿que les cosan la boca para que no griten?,

¿que les corten las manos para que no tiren piedras?,

¿esperar a que degüellen su utopía particular?


Una masacra a la mano tendida de un barco

puede situar en la historia a un pueblo injusto,

que está repitiendo con sus actos

lo que sufrió con el nazismo en propias carnes.

Acuérdate Israel, de tus muertos inocentes

y no caigas en la vergüenza que tanto odiaste

sembrando y regando con sangre las raíces del horror

y de la guerra, esa loca de atar.


Pepe Martín.