
NI PREGUNTA NI RESPUESTA.
¿Para qué hacerte preguntas
sin necesitar respuesta?,
¿si estoy encendido a tus pies
como una llama pequeña?
No pregunto,
no preguntas,
y si él pregunta se va a quedar sin respuesta.
La duda es como una llama
que quema dos ramas juntas,
y el hecho de preguntar
acarrea alguna duda,
sea trascendente o leve
precisa de alguna réplica,
y no quiero que justifiques
lo que a mí no me interesa.
Y es que yo te quiero a ciegas,
con el alma extendida en tu bandeja
y no quiero que contestes,
porque estoy entregado a ti
pese a mí y a quien le pese.
Ni protesto,
ni protestas,
y qué nos importa que protesten.
Sígueme amando así:
contigo cama,
contigo vena,
no hay instante de mi vida
en que no te quiera a ciegas,
que voy siguiendo tu rastro
por las perdidas fronteras.
A qué obligarse,
a qué alegar,
a qué argüir lo que no precisa réplica.
Nuestro amor es como el aire
y con él van sus motivos
como la brizna de hierba
que busca cualquier abrigo.
No pregunto,
no preguntas,
y así no caben respuestas.
Pepe Martín.
2 comentarios:
OTRO REGALO PARA EL INTELECTO, PEPE, MUY BUENO. UN ABRAZO, AMIGO
JOTACET
Gracias amigo Jotacet, siempre es grato encontrarte. Un fuerte abrazo, Pepe
Publicar un comentario