
TU PRIMAVERA
Oh mía, bien amada, regresa en tu equinoccio
por la senda estelar que te guardo en mis sueños,
que tu fuerza de amar propague en mí su aliento,
y nunca sufra más sin esa primavera.
Yo siempre me he creído que se hallaba en mi entorno,
como el éter del aire, tu escondida mirada,
yo siempre me he creído que tú renacerías
como un rocío verde que alimente mis ojos.
Aguarda por mis manos la savia dolorida
donde me brota el tallo del ave enamorada.
Plagie el eco mi canto y la niebla tu aroma
y se vista la noche las sedas de tu pelo.
Vendrá tu primavera de pétalos de rosa,
de sarmientos de oro, cuadriculados prados.
Yo siempre me he creído que todo iría bien
lejos de todo mal y atados al silencio.
Vestirá tu agua brillos cantores y de espejo,
tu imagen alocada que quiere estar conmigo.
presos de aquella fuente donde vernos y amarnos
fotógrafos del agua de misterioso fondo.
Ábreme con tiento las puertas del gran gozo,
porque oculto en mis años tan sólo soy un niño,
busco entre tus pechos la dicha de mis manos,
contacto con las flores que tú me comunicas.
Átame como toro al tronco de tu higuera,
espolea el caballo perdido hacia tu casa,
y sé tu la halconera de mi recuerdo mudo
que se posa en tu hombro sumiso para siempre.
Pepe Martín
No hay comentarios:
Publicar un comentario