lunes, 25 de junio de 2007

DÉJAME

No remuevas mi sueño
al borde del camino,
déjame aquí dormida de amor,
es poco lo que pido,
descansando de la vida
¡hombre esquivo!
Déjame urdiendo tus recuerdos
en la muerte de tu olvido.
¡Déjame en la paz
de este humus de cariño!

Tan sólo de vez en cuando…
¡es poco lo que pido!
tal vez por primavera,
asómate a ver llorando mis lirios
en su leve eternidad
que desesperan sin tu oxígeno.

Asoma tu luz a este limbo
de morados y escarlatas
donde tu desamor me ha sumido,
son un canto a la vida…
son llanto florecido…
no son otra cosa que un poema
que en la tierra se abre camino
como un topo hambriento
para asomarse a tu abrigo.

Pepe Martín.

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