sábado, 27 de febrero de 2010

DESEADA

DESEADA


¡Deseada!

Pienso yo que correrá distinta el agua

cuando sumerjas tu cauto cuerpo en la fuente

para que su cristalino acorde te vista,

divinidad de alabastro.

Y emergerás mas garza,

más cisne,

más loto florecido,

aparecerás distinta de armonía,

porque el agua te habrá cantado

su canción de cristal y de madera.


¡Deseada!

El agua se retraerá bajo los pies pulidos

y retozará en ondas divergentes

cuando el muslo llegue,

y te cubrirá gloriosa con un manto de rocío

el fuego femenino,

la rosa de la carne,

los pezones de hielo.


¡Deseada!

Vas a llegar distinta

diosa de porcelana,

con nuevas luces,

nueva pureza

y más dame lo que es mío

en el deseo.


¡Deseada!

Reverberada ola de espuma,

con señales de yodo florido

de sobrevivientes aleluyas

a cuerda y flauta.

Pancarta de la belleza,

sobreviviente de la nada,

temblor de pureza

que haces extraviar mi brújula

y crepitar mis carbones de piedra.


¡Deseada!

Después de todo, el fervor existe

con mi adoración en primavera

cuando brotas del agua.


Pepe Martín

miércoles, 17 de febrero de 2010

MANZANA MÍA


MANZANA MÍA


Tengo en mi pecho un grito dulce,

mujer de mi anhelo, manzana mía,

plenilunio dorado de mi agosto carnal

que ilumina mi toro y su martillo

en el que forjo nuestro amor.


Eres divina sombra luciente

entre dos deseos de mármol

cuya antigua magia es aquelarre de mi pasión.


Tú eres mi viaje nocturno y con estrellas,

un viento musical de cariñosas tempestades,

un coral risueño corriendo por mis venas.


Tu deseo es una sonrisa de relámpagos

caídos del aguacero de la lujuria,

que hace iridiscentes nuestros cuerpos acoplados.


Mi juego de lengua se quema por tus astros

y hace mortales tus largos infinitos,

recoge tu universo y frena tus ríos

y enciende el genital fuego de la locura

que quema la sangre haciéndose finura

de miel paladeada de almendras amargas.

Soy este hombre que llora, delira, ríe y es feliz

al que das solera con los años,

porque eres como una sultana oculta en mi sangre,

mi corona de dolor sangrado de rumores despiertos,

el alma pareja que infunde fuerza en mi cuerpo,

y un aliento de flor entre rosados pétalos.


Hoy te veo luminosa y me inflama tu presencia,

por eso te entrego la gema pulida de un te amo,

un t e amo de adicto a la droga de tu piel

con el pecho en brasas.


Pepe Martín

martes, 16 de febrero de 2010

TE QUIERO POR TUS DEFECTOS


TE QUIERO POR TUS DEFECTOS


Te quiero porque eres como un lamento

que sonríe en mi cabeza,

cuando mi amada se va, ellos se quedan

arrastrando sus cadenas por mi alcoba

como si fueran alas de paloma blanca.


Te quiero, te quiero por dentro y sobre todo,

por debajo de los pozos y arriba de las cumbres,

en el feliz encuentro y en la ausencia.


Es más, te quiero por tus benditos defectos.

te quiero porque tienes mi vida parpadeante,

por el hueco que dejas en mis manos,

porque tienes mi boca sedienta.

porque alteras mi corazón,

porque me nublas los ojos,

por nuestro amor agridulce,

por mi insomnio sediento de ti,

porque me haces morir de muerte gloriosa

por la tristeza de miel que me provocas,

por mi soledad instalada en tu memoria,

por mis heridas de amapola,

por los clavos que nos unen,

por la quemazón de tu hermosura,

por los rincones que oculta tu cabeza,

por mis celos de almíbar,

por tu instinto de coqueta,

por tu voluble convivencia.

por ser absorbente como la tierra,

por ser el fuego que pide mi sed,

por ser garduño mimoso

y pantera de mis cachorros.


Te quiero por que tus hermosos defectos

ilusionan mi mundo,

y porque eres como un lamento

que sonríe en mi cabeza.


Pepe Martín.

miércoles, 10 de febrero de 2010

SAN VALENTÍN


SAN VALENTÍN.


Te han dejado por patrono

a un gran santo y un infante,

tanto monta, monta tanto,

San Valentín como el Ángel.


Santo con tintes de Eros,

ojo de altar y de alcoba,

nudo de los Valentines

que en Inglaterra era boda.

Santo que casaba a oscuras

a los soldados de Roma,

controlado y perseguido

cristiano como una roca.


Patrón de las aves nórdicas

que procrean en tu día,

dando a los blancos troncos

promesas y algarabías,

pinta el amor en las copas,

la cópula canta y trina,

para crear las legiones

de los bosques maravilla.


Amor se cuela en el pecho

por sus montes y sus lindes,

con la misma suavidad

que entra el fruto de las vides

recalentando la sangre

en alas de un no me olvides.


El amor es un cuchillo

abandonado en el aire

al que todos tienen miedo

y con quien quieren cortarse,

algunos casi se mueren

sin tener donde ocultarse,

pero es una muerte dulce

donde poder calentarse,

y es en su cresta de fuego

donde el ciego niño yace.


Savia que anegas la tierra

como si fuera un estanque

donde el pez que es tu agraciado

lleva candente la sangre,

sangre que alegra la vida

o la vida hace vinagre

pregonando escepticismo

en las sandalias de nadie.


San Valentín no me olvides,

que no haya sombra ni esquina

donde de ti me deslinde,

que quiero entrar en un pecho

donde el frío se me quite.

y en caso de dar con hielo

dame el vaho que derrite.


Pepe Martín.

sábado, 6 de febrero de 2010

EL ROCÍO Y EL VIENTO


EL ROCÍO Y EL VIENTO


Soy el viento de la duna

de pies arañados por el fuego,

quemado por el tórrido astro

y congelado de estrellas,

Mis valles de ceniza despiertan

la fuente celeste de tu rocío.


Tú guardas en esencia

el femenino embrujo de la rosa,

forma etérea tallada

por espumas y oleajes.


Con mi aliento de fuego

envuelvo tu contraria frescura

cuando has venido

desde el primer segundo o tercer milenio,

cuando has venido a obsequiarme tu imagen.


Tu caricia es bella

como la música fugitiva de una lira,

tú apagas el rumor candente

y desgarrado de mis gritos.


Fuiste creado íntegro,

para que mi nada te mancille,

oh, perfecta forma,

sal del frío aunque tu boca es sangre

creada para que mi amor

construya tu catedral exacta.

oh, reverbero de espuma

que cabalgas mi viento,

soy el único potro del mundo

capaz de enamorarte

propiciando que tus caderas

bauticen mi grupa,

tú, mitad rosa, mitad cisne,

aplacas mi cabalgada

con tu caricia, beso de cristal,

ráfaga eterna.


Ábreme la burbuja verde

que guarda tu alcoba

en esta noche de ojos abiertos,

que quiero besar sin usura tus alas,

y refresca este cuello de amor,

sin ti, pasado a cuchillo,

yo abro para ti mi chaleco

para que obstruyas esas dagas

y no sigan su camino,

oh tú, mi gota de esencia

que el sol y su fuego en mi combaten.


Pepe Martín

martes, 2 de febrero de 2010



ROCA Y SAL


Yo quiero ser roca herida

en tu regresar severo,

que fría te me derrames

por los bordes de mi pecho.


Cautivos por el amor,

en el agua nos queremos,

el tiempo es el ancho mar

y su ola el minutero.


El mar es caldo fecundo

donde tú te desvaneces,

como una diosa salina

que ser olvidada quiere.


Tengo erizos agrupados

en mis anchos pies de piedra,

un clamor de claridades

aguarda en mi base negra.


Nostalgia que existe,

soy la obstinada piedra

florecida de tu sal

que sobre mí te haces perla,

estrella, racimo y rosal,

me haces parte de tu esencia.


Viajera deslumbrante

que en mí todo lo empapa,

mi yodo echo espuma

que mi roca embalsama.


Arrebato de blancura,

la ola te trae en su almena,

para ser apenas nada,

secreto de confidencia,

muerte de espuma blanca

que se hace hierba en mi huella.


Qué temporal de vida

nos ha hecho su amuleto,

qué rayo nos ha fundido

en este abrazo perpetuo,

qué extraña fuerza emergida

nos hizo objeto de juego.


Tú me limas en la arena

salobre de tu recuerdo

en una trama increíble

de lavados que son besos.


Cresta y alba de las olas,

de ti no quiero escaparme,

si tus irisadas perlas

me abandonas en el aire.


Dejadme beberla, dejadme,

que estoy sediento de cristales,

que guardo el fuego en mi piedra

de mis ancestros volcanes.

y busco la cresta de agua

que me adorne con sus sales.


Pepe Martín.