como una Venus de luna,
como una savia poseída
que rompe la piel.
para emerger sus brotes.
Toda tú entrega
en un acto de fuego.
Pero al río muerto
Pero al río muerto
no le canta el agua.
Me diste tu belleza envuelta
en la frialdad clásica
de tu mármol.
Jugué con las cartas abiertas
de mi entrega sin límite.
Me arañaste el alma
con uñas de gata sin celo.
Me hiciste un amor melancólico
y ando en mi cama dando tumbos
como un caballo sin almohada.
La sangre me corre
agria y retorcida.
Desátate las ligaduras
Desátate las ligaduras
que te amarran al frío.
Dime dónde duermen tus labios,
dónde arde tu locura,
dónde el punto “G” de tus ojos,
y el límite de tu aliento.
¡Viva te quiero,candente y viva!
¡Viva te quiero,candente y viva!
Y el frío de tu nievedeja que se vaya
camino a su mar como una navaja.
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