lunes, 7 de septiembre de 2009

ENTRE TU BOCA Y LA MÍA

ENTRE TU BOCA Y LA MÍA

Entre tu boca y la mía, ¡qué caramba!
hay un hambre seca de exprimir esencias.
Y entre tus brazos y los míos, ¡vaya, vaya!
una grave carencia ilusionada.
Entre tu mirada y la mía, ¡qué caramba!
brilla un destello que busca conductores para cebarse.
Y entre tu piel y la mía, ¡vaya, vaya!
ruge una especie de ambición magnética,
una sed devoradora de polos contrarios.

Y nos ruge la apetencia por cruzar lenguas y pubis,
y el anhelo se deshiela en cada caricia
con un gong de placer interminable,
y la penuria del silencio se nos hace dialogante
mientras los senos florecen de agonía.
y los cuerpos se enardecen en su hervor de deseo
arrancados de sus sueños apáticos,
y las almas titilan de pura entrega
jurándose ternuras,
y los sexos se humedecen de escasés mutua
en una entrega inagotable,
y el placer se hace gula en su glotonería
carente de pánico o restricciones.
y la avidez de ambos desborda el apetito
de rosas abiertas y de ángeles,
y la carestía de la sangre contraria
se hace lascivia y diminuto infierno.

Claro que esta afinidad no vino porque sí,
sino que lo hizo por haber sabido absorber
un aura, un aliento, un aroma, una palabra,
y por saberse refugio y sed del otro cuerpo,
habiendo presentido la llamada del corazón
que en estos casos habla más que la boca.

Pepe Martín

2 comentarios:

Guirroma dijo...

VAYA VAYA PEPE,QUE POEMA AMIGO.
UN GUSTO GRANDE ES HABERLO LEIDO,.

Pepe Martin dijo...

Gracias Guirroma, como puedes ver hay para todos los gustos je je je. Un abrazo amigo, Pepe.