lunes, 31 de agosto de 2009

AMORCITO



AMORCITO

Me gustan los diminutivos
por ser más coquetos
y como de más abrigo.

La palabra amor revienta en un todo,
parece escrita con neón
en la oscuridad del sentimiento
para que su luz brinque en los ojos.

Parece escrita con mayúsculas apasionadas,
apuntalada con pilares de catedral,
versada en su palabra contundente
para ser rubricada con dramático homicidio.

Es, como una pompa de jabón
barnizada de arco iris,
pero que lleva implícita su limitada existencia;
porque lo que entra arrebatando,
por regla general, se rebosa casi siempre.

Me gusta más su diminutivo amorcito
que describe un amor… como de andar por casa,
con delantal y zapatillas,
parece describir ese hilo de ombligo a ombligo
con que hacen su calceta de emociones
las parejas abnegadas día a día.

Y como se toma a pequeñas y continuas dosis,
a más de ser prudente,
sorprende al tiempo durando muchos años:
apenas si se exhibe,
apenas si es demente,
apenas si se engaña,
apenas si se muerde,
apenas si se mata,
apenas si es candente,
pero nunca se acaba, sin desgastes,
porque está ahí, abnegado y duro en la distancia
de estar siempre presente.

Un amorcito amasado con esmero,
que no sea pan de dánosle hoy
y aguanta el hambre del mañana,
sino que sea el maná de toda una vida.

Que sea un amor sin ecuaciones de interés,
ni operaciones algebraicas,
que sea más bien una adición pura y simple,
un suma y sigue interminable,

Un amor que haga aparecer
un pétalo sonrosado en las mejillas
por un simple roce de las manos
aunque estén azuladas de ramas.

Un amor cuyo brindis de miradas
orbite algunos astros
pero que no sea un agujero negro.

Un amor que juegue por la cama cada noche
con la inquietud de un amorcito
que no sabe de fundas y artificios.

Un amor pequeñito y mal criado,
al que tan sólo haga grande
la soledad eterna del alma,
porque por él no hay que jurar
hasta que la muerte nos separe,
ya que es inmortal por antonomasia.

Pepe Martín.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Dioooosss, PEPEEEEE, paso pocas veces por aquí, pero las veces que paso me llevo un regalito de sus versos. Es un tipo genial escribiendo y describiendo sensaciones y trámites cotidianos.
Me quedo con esto:

Y como se toma a pequeñas y continuas dosis,
a más de ser prudente,
sorprende al tiempo durando muchos años:
apenas si se exhibe,
apenas si es demente,
apenas si se engaña,
apenas si se muerde,
apenas si se mata,
apenas si es candente,
pero nunca se acaba, sin desgastes,
porque está ahí, abnegado y duro en la distancia
de estar siempre presente.

GENIAAAAAAAALLLLLL

Pepe Martin dijo...

Gracias Comunero, te pasó como a mí, lo siento como muy íntimo. je je je, Un fuerte abrazo amigo. Pepe