viernes, 21 de agosto de 2009

EN PAZ Y EN LA MEMORIA



EN PAZ Y EN LA MEMORIA

Cómo se olvida
el crepitar de la avenida cuando pasa,
cómo se olvida …
ahora que se nos rompen las manos en palomas,
que la alondra suele cantar como campanas del alba,
hay que recordar,
que no son una magia salida del sombrero
sino hijas del llanto y la fraticida muerte.

Ahora que nos bañamos en la benignas aguas
de una tormenta de volcanes,
cuando en la mente ya no suenan los silbos y los truenos,
a veces me despierto con la misma leche
de una avispa que estuvo ahogada,
como si me preñara las entrañas un felino.

Y es que es tan sombra lo ocurrido
que su recuerdo le muerde las enaguas a mi aurora.
Aquella guerra fue un final de caña abatida,
de fuego duro y carne desangrada,

Hoy que toca el tímpano del tiempo su arrebato de tumbas,
nos estremecemos con quienes fueron
hollados por la fuerza y con descaro,
a mansalva enterrados y borrados de prisa,
pero lentos, muy lentos desenterrados
de la tierra que crujía de erección de idea y brote.

Ahí están aún con las cuñas del abuso clavadas en su espalda,
enterrados bajo un diluvio de setas de humo y plomo.

Hoy que estamos amenazados por otros plomos,
cuando se encuentra amarrada por el átomo
nuestra esfera ciega,
recordamos aquella inocencia succionando llamaradas,
en un “creschendo” de silbos y de obuses,
una muerte universal como de “nápal”
selectiva, denigrante y pobre.
la locura orquestada de un Wagner con sus crines,
con la mente más dura que una piedra
y la sangre más generosa que el vino de sus orgías.

Hoy que las estrellas se derriten en mi boca
y las sombras se pudren rituales,
hoy que me vuelvo del revés
con mi interrogante sin punto
y mi prado de cenizas,
quiero digerir, por esta exhumación,
aquella podredumbre
aunque respire un aire macizo y sin arterias.

Pero los enterrados por el odio de Dios
siguen inocentes,
con su respectivo plomo
que al rojo les mandó la muerte.
¿Qué Jesús sacará agua limpia de aquel pozo?

Pepe Martín

2 comentarios:

la_gaviota dijo...

cuando uno vive en paz recibe paz, lo que se siembra se cosecha, la maldad esta en el aire, como el mohoo, como el cloro en el agua, pero tenemos que saber diferenciar, las cosas, ser pasivos, no quiere decir aceptar la crueldad, quieree decir setir humanisado, llorar con el corazon en lamano porla debilidd de aquellos seres que dañan, y sige causndo tanto dolor, y quizas nuestros ruegos, y nuestros llantos un dia aplaquen a esos malos hombres, lndo poema pepe, un abrazo

Pepe Martin dijo...

Gracias Gaviota, la experiencia me dice que el bueno no convierte al malo, sino el malo al bueno. qué raro es que ocurra lo contrario.
Observa, por ejemplo, lo que ocurre en los matrimonios, a veces te encuentras un defectillo en el congénere y piensas: bueno, con el tiempo lo cambiaré, luego la experiencia te hace ver que tus esfuerzos han sido inútiles y el defectillo sigue ahí. Pero te diré, que hay que poner los medios para intentar curar la mala leche que hay en el mundo, porque si no seríamos todos iguales. Lindo mensaje querida amiga, un besito. Pepe.