jueves, 6 de agosto de 2009

TU CUERPO


TU CUERPO.

Te escribo entregado por el debe de mi gratitud,
y entristecido por el haber del recuerdo perdido
con que cada noche debo cuadrar mi inventario.

Pasa por mí tren mucho ayer como rápido paisaje
del que sólo recuerdo sus picos emotivos,
y tu cuerpo, tu cuerpo, tu cuerpo…
Lo demás es el combustible del fragor de los días
perdiéndose en las cenizas de la propia distancia.

Mucha luz se diluye en los apeaderos,
en la niebla del jamás, con agazapada nostalgia
de juventud extinguida, y me duele.
De su arena fina llené mis manos
que pasó entre mis dedos con desequilibrios en mí
de ilusiones y fracasos.
Quiso el olvido repintarme con su spray de pasmo
cuando las sombras me hincaron sus dientes de brumas.

Pero de algo he huido.
Aquí estoy escapado del silencio amagante.
Caído en tu cuerpo, tu cuerpo, tu cuerpo.
Caído a tu andamio de cornisas luminosas,
luna, sonata y onda.
Caído del mástil de las farolas,
plata deslucida y rota de luz algodonada en niebla.
Caído del aguacero del tedio,
mar sin pescadores con sus relámpagos de esperanza.

Estoy colgado a ti como un feto de amor
engendrado en la matriz de tu vida,
en la sangre de tu deseo,
en el entusiasmo de tu corazón.
Con un amor tan poderoso y eterno que no nace,
sino que persiste desde antes que yo,
ondulado de acordes
para armonizarse en tu cuerpo, tu cuerpo, tu cuerpo.

Tú eres el tatuaje de mis incontables emociones,
y estoy destinado a minar el filón de tus primicias
eternamente inagotable en tu cuerpo.

Pepe Martín.

2 comentarios:

MAREA dijo...

Yo...no digo nada Pepito porque igual me desequilibro, me desequilibro.

Pepe Martin dijo...

Je je je, No lo hagas querida Mereica, que para loco ya estoy yo je je je. TQM, besitos, Pepe