domingo, 28 de junio de 2009

TUYO


TUYO

Como la sombra del árbol
se quiebra por su ribera,
acariciada de sol,
es justo que yo en ti muera,
con los pies sobre tu encanto
y tu gloria en mi cabeza.

Puedes decirme tuyo,
como se dice del aire
propio del que vivimos.

Córreme por las fachadas
con plañidos de placer,
que somos como aire y viento
fundidos en su carrera,
y el uno persigue al otro
por que son la misma esencia.

Aún recuerdo
cuando tú no eras
pero yo te esperaba,
y cuando yo no era
pero tú me presentías.

El tiempo, militar circulatorio,
te trajo en su parada
porque eres mía,

Porque soy tuyo,
recibo la embajada de tus manos
como palomas de paz,
para ser recibidas y besadas
en el salón de embajadores
de mi boca.

Porque eres mía, cuando llegas
te ostento en una custodia
por los rincones perdidos de mi alma,
para prenderlos en tu aurora.

Soy ventana de pasiones,
firme como promesa cumplida
para vivirte, porque soy tuyo.

Como la chispa y la llama
subimos al cielo juntos
en nuestro particular incendio.

En mi atmósfera anida tu imagen,
donde llegas a mí definitivamente
para juntar tu luz y mi penumbra.

Pepe Martín

jueves, 25 de junio de 2009

RESIGNACIÓN




RESIGNACIÓN

He quedado aquí,
donde tuerce la avenida con el infinito,
que no te preocupe cuando llegas,
pues tengo un reloj de goma
que para ti tiende a acoplarse,
y mi voluntad resignada,
ha aprendido a doblegarse.

Además, qué te digo:
entre doce y veinticuatro
hay tiempo de relajarse
y de imaginar que vienes
con rumbo a ninguna parte.

¿Qué mas da si el pie se duerme
si la mente se dilata?...
Lo siento por la farola
que acabaré por tumbarla.

Me he propuesto esperarte
con todos mis cinco sentidos,
pero se me ha colado un sexto
y creí que te soñaba
allá por las diecinueve
y las veintitrés y pico,
y que después me llamabas
para justificarte con el canario
que se había torcido el pico…

Y en esa espera
he asaltado un banco,
se me ha desgastado la escafandra,
capitalicé una “güisquería”,
incendié un quiosco con su vizco dentro
por mirarme con malos ojos,
me ha bañado un hijo puta con un charco,
me he desfondado los bolsillos,
he pintado mis graffiti por los muros,
arreglé el País con otro loco
que se empeñó en hacerme zurdo,
me he puteado con Selene
porque tiene mucha cara,
me ha bailado un carterista el rock de la cárcel,
me multó un guindilla por inmueble,
y perdí el autobús del quinto pino.

Pero qué importa,
tengo un reloj de goma
que para ti tiende a acoplarse,
y mi voluntad resignada,
ha aprendido a doblegarse.

Pepe Martín

martes, 23 de junio de 2009

PERO NO LLEGO




PERO NO LLEGO

Se me muere la piel de vacío,
me zumban los oídos de palabras
y me empecino en amarte y amarte,
pero no llego.

Y se desdobla mi herida
cuando te dices mía
pero no te cuento entre mis dedos,
ni en mis latidos,
ni atada entre mis venas
en esta casa de carne,
porque no llego.

Porque no llego
y la distancia es corta
y distante tu deseo,
aunque tu amor me rodea los huesos
no se cuela por mis tuétanos,
porque me quieres de espíritu,
pero no por donde por ti me incendio.

Y aunque tú te dices mía
y pones a mi vida cerco,
no se cruzan nuestros diámetros
para ahondar en los centros.

Y se me abre la lívido
con el ansia pesada
y el cuello herido.
Y te me vas por el aire
como luciérnaga efímera
con anchas alas de viento.

No llego a deletrear tu carne,
ni tus curvas
ni tus antojos,
y pasa para ti la noche fría
siendo para mí un rescoldo
con su cola de brasas,
con su cresta de fuego,
con un alterado enjambre de gritos,
porque no llego,
y no llego
aunque la distancia es corta,
pero distante tu deseo.

Pepe Martín

sábado, 20 de junio de 2009

ME GUSTA EL CAMPO




ME GUSTA EL CAMPO

Me gusta el campo,
cuando muestra pura su salud de edificios
dejando convaleciente a lo lejos la ciudad,
montaña de cubos y alcantarilla de demencias,
hospitalizada sobre su almohada contaminante.

Y me gusta porque entonces el aire
estrangula los sonidos lejanos
avivando los cercanos y diminutos,
y se oye renegar a la obstaculizada hormiga,
y al escarabajo regateando su partido
cuando rueda su mundo,
y el zumbido del insecto
se hace tableteo de helicóptero.

Me gusta el campo,
arropado a la sombra del árbol,
cuadriculado de luz por sus varillas enramadas,
palio de sol de caritativa frescura,
catedral de una sola columna
y reclinado espaldar de enamorados.

Y me gusta cuando miro su tormenta
cuando se cuartea el cielo de artificios,
calándome de paz hasta los huesos,
y admiro desde el terrón de tierra a la bendita lluvia
que hace de su llanto promesa,
porque en ella la vida apunta,
y porque crece el arrollo y lava el cañizo
oliendo a tierra viva.

Me gusta el campo
porque me hace dialogante con la piedra
y declamo con las fuentes,
me cuenta entre uno más de sus insectos
y me algodona de nubes,
y porque en él se descubre el cielo
y se anclan los barcos de arriba
en el embarcadero de la tierra.

Y me gusta cuando el pájaro sonríe en las ramas
por haber volado en un aire sin detritus,
y me gusta porque allí resucita el oxígeno muerto,
Lázaro de suplicante ayuda.

Y me gusta porque en él me desprendo
del hábito de plomo que aplasta mi libertad,
con su capucha de estrés y su cíngulo de tristeza,
y me abro a su cúpula de estrellas,
cuando su luna se alarga en sombras
y se hace plata y festón por los ríos.

Y porque en él el amor se deletrea en clave simple
y se cae de puro grande, transparente y conmovido.

Pero no,
no me gusta cuando el sudor se mezcla con la lágrima,
cuando el abuso se hace savia y abona la tierra
para que germine la pobreza.

Pepe Martín.

miércoles, 17 de junio de 2009

PIENSA


PIENSA.

Me gusta verte rosa que rompe en mí inaudita,
mi presente y pasado, mi amor de atardecida.

Piensa que tú me das calma,
que huyo del barullo y las bocinas,
y de las calles ligeras que llevan tanta prisa.

Piensa que creces en mí como crece el cúmulo,
que me siento en tus cristales diafragma de tu mundo.

Piensa que he despedido alguna muerte suelta,
y que he hecho que me hablen tus silencios de vuelta.

Y que tú eres mi lago y yo tiemblo en su fondo,
que además soy tu hoja y tú mi viento loco.

Piensa que yo te daría un haz de vientos,
el cielo con sus lluvias y todo el firmamento,
y que quiero descubrirte los pies del universo,
para que veas lo sólidos que son mis fundamentos.

Piensa que por ti fundaría una calle y su farola,
y que mataría por verte encarnizadamente a solas.

Pepe Martín

SEPARACIÓN


SEPARACIÓN

Aunque ambos somos río
que el mismo agua lleva,
algún lodo nos separa
y se nos hace frontera.

Nunca te quise olvidar
rompiendo el muro de piedra
que tú me echaste a los ojos
como si fuera de arena.

Sobre la onda a caballo
te quise arrancar la puerta,
pero el río se hacía salto
y el agua se volvió negra.

Una alambrada entre orillas:
la que ríe y la que pena,
dos formas de ver la vida
sin su cadena.

La una lágrima,
la otra perfidia,
en una fue todo entrega,
la otra todo avaricia,
las dos en divergente onda
se martirizan…
Como dos polos opuestos
rompen en chispa.

Aunque ambos somos río
que el mismo agua lleva,
algún lodo nos separa
y se nos hace frontera.

Pepe Martín

viernes, 12 de junio de 2009

OJALÁ


OJALÁ.

Ojalá que fuera reo
de tus miradas de ayer,
ahora que no te veo,
ahora que no me ves.

Y que en ti quedara algo
para seguir queriéndote,
aunque fuera atado a un hilo
sobreviviéndote.

Ojalá pudiera atrasar
el minutero odiado,
ahora que estoy junto al mar
pero nunca a tu lado.

Y que pudiera expresarte
mi desgarradora suerte
con estas pocas palabras
que abocan a la muerte.

Ojalá me dieras tu cuerpo
y con él, el mar a veces,
y ofrendarte un juramento
si caes en mis redes,

Y que estuviera atado
de manos, cuello y pies,
irremediablemente preso
a cuanto tú me des.

Ojalá que pueda oírte
con toda mi cordura,
y apartara esta locura
para sobrevivirte.

Y que tú fueras mi noche
como fueron tantas otras,
cuando apenas tengo el eco
de tu cuerpo sin ropa.

Ojalá angustia redonda
rodaras por el riel
del anhelo del espacio
doliente de su piel.

Y que tú no te hayas ido
definitivamente,
como hace el tren de la vida
si no amanece.

Ojalá amamantes mi paz,
a la distancia maldigo
sin oración que morder
cuando ya soy tu olvido.

Ojalá, ojalá….

Pepe Martín.

miércoles, 10 de junio de 2009

SE MA QUEDÓ ATRÁS EL MUNDO



SE ME QUEDÓ ATRÁS EL MUNDO

No, no se detiene al destino,
no se hace al tiempo cautivo
ni al amor se puede atar
ni aunque a punta de escopeta
lo quieran emparedar.

Amor, desequilibrio intenso
que en colándote en el alma
dejas loco al ser más cuerdo.

Amor que vienes huido,
amor que llegas despacio,
amor que me das vapores
del mosto mejor criado.
amor que me abres el pecho
con el filo de tus dardos.

Y este amor es tan de fuego,
que al cárdeno horizonte
dejó del luto más negro.

Amor que quemas con frío,
amor que hiela friendo,
carámbano de mis venas
y en mi corazón incendio.
diadema de siemprevivas,
y lirio de medio muerto.

Amor que eres tan profundo
que cuando quise abrazarte,
se me quedó atrás el mundo

No, no se detiene al destino,
no se hace al tiempo cautivo
ni al amor se puede atar
ni aunque a punta de escopeta
lo quieran emparedar


Pepe Martín

lunes, 8 de junio de 2009

ÁBRETE AMOR

ÁBRETE AMOR.

Ábrete amor, ábrete entero
que quiero hacerte mía
con ritual de acero,
que llevo enredado al cuello
la cuerda de tu destino,
y quiero ser clandestino
por las curvas de tu cuerpo.

Y si quisieras matarme,
házmelo a paso lento,
si te marchas quiero darte
la corona de mi reino
aunque tú creas que soy
de hechos de chatarrero,
aunque creas que me diluyo
como el vino por el suelo.

Ábrete amor, mi amor sincero,
mi hambre tienes disponible
como un animal en celo,
fruto amargo de mis venas
y de mi corazón consuelo.

Tú eres mi rezo a Dios Padre,
tuya mi cruz y mi infierno,
tú eres mi reloj de goma
sin su límite de tiempo,
tú eres mi lamento dulce,
y el rincón de mis te quiero,,
tú mi limón más amargo
y el dolor al que venero.


Ábrete amor, amor a fuego,
tú que mi pobre osamenta
has hecho tu candelero,
tú que tus trapos de lujo
haces grilletes de hierro,
tú mi invasora divina,
mi amnistía y carcelero,
tú mi amanecer y eclipse,
tú mi laurel y mi entierro,
tú mi raíz y mi gloria…
mi desvivir por entero.

Pepe Martín



LA SANGRE NO MIENTE



LA SANGRE NO MIENTE

Bien teñida,
bien domada,
bien oculta en la carne
la morena simiente.
Pero esa luz negra de melaza en los ojos
sólo la segrega
la sangre candente.

La planchada melena,
la nariz romana,
la pálida frente,
el gesto diluido a la europea
en su pose indolente,
el cuello de nácar,
la piel transparente…
Su curva sensual,
su cintura ovillada y cimbreante
a guanábana, pantaleta, piña y caimito…
por su sangre presentes.

Pero en reinando la luna…
¡de embrujo y delirio hierve!
y el ritmo de oscuros atabales
son sortilegios de sus oscuros parientes,
sus senos templados
se vuelven dementes,
su vaho de gran hembra
se diluye hecho fiebre,
desde el talón a su pelo,
desde la matriz a su frente,
se le hace depredante
su sangre caliente.

Y es que la envoltura es una,
pero la sangre…
¡la sangre no miente!

Pepe Martín

miércoles, 3 de junio de 2009

GRAVE QUEMADURA




GRAVE QUEMADURA

Qué grave quemadura,
se me incendió la carne,
mis deseos retorcidos por el suelo
con el cuello sin cura,
tan sólo pueden curarse
en su cuerpo
cuando palpita desnuda.

Con ocasional descuido,
por su mano transparente
su amor viene tendido
con el cantar de la fuente,
con rumores de Cupido
y claridades urgentes,

Esbeltos como ningunos
sus detenidos senos,
cisnes rendidos al viento,
duraznos de querer maduro
en la caricia del aire,
su frente de luna,
su garganta de jaspe.

Y los ecos de su alma
susurrándome al oído
su deseo, su hambre, su llama,
con sus rayos de cuchillo
declamando su proclama.

Mi pasión como codicia
con sus dolores de sangre,
sus ojos acecho de gata,
su carne exangüe,
sus venas misteriosas
cual reclamo inevitable.

De qué sutil manera
me cala por la carne
convirtiendo en amapolas
el invierno de mi sangre.

Y yo, sin saber como quererla
ni cómo tocar su cuerpo,
para que no se me diluya
en rosa, pluma o beso.

Cómo no hacerla alma,
y cómo no hacerla verso
cuando fuera es todo tan asfalto,
y cubo de cemento,
tan esquina de prostituta
y escalón de “yonqui” muerto.

Pepe Martín