viernes, 15 de enero de 2010

NI PREGUNTA NI RESPUESTA

NI PREGUNTA NI RESPUESTA.

¿Para qué hacerte preguntas

sin necesitar respuesta?,

¿si estoy encendido a tus pies

como una llama pequeña?

No pregunto,

no preguntas,

y si él pregunta se va a quedar sin respuesta.

La duda es como una llama

que quema dos ramas juntas,

y el hecho de preguntar

acarrea alguna duda,

sea trascendente o leve

precisa de alguna réplica,

y no quiero que justifiques

lo que a mí no me interesa.

Y es que yo te quiero a ciegas,

con el alma extendida en tu bandeja

y no quiero que contestes,

porque estoy entregado a ti

pese a mí y a quien le pese.

Ni protesto,

ni protestas,

y qué nos importa que protesten.

Sígueme amando así:

contigo cama,

contigo vena,

no hay instante de mi vida

en que no te quiera a ciegas,

que voy siguiendo tu rastro

por las perdidas fronteras.

A qué obligarse,

a qué alegar,

a qué argüir lo que no precisa réplica.

Nuestro amor es como el aire

y con él van sus motivos

como la brizna de hierba

que busca cualquier abrigo.

No pregunto,

no preguntas,

y así no caben respuestas.


Pepe Martín.

2 comentarios:

JOTACET dijo...

OTRO REGALO PARA EL INTELECTO, PEPE, MUY BUENO. UN ABRAZO, AMIGO
JOTACET

Pepe Martin dijo...

Gracias amigo Jotacet, siempre es grato encontrarte. Un fuerte abrazo, Pepe