viernes, 8 de enero de 2010

BESO


BESO.


No sé si eran sus labios o cerezas,

hambriento quise probar el fruto,

pero al tocar su rama sentí el luto

de quien cambia lo honrado por torpezas.


Despegarme de allí fueron tristezas

de un corazón cortado, y un canuto

me dio el hilo de aire diminuto

con que suelen ahogar ciertas grandezas.


Mas, mi grito de otoño ensordecido

y la carne dolida y entreabierta,

campanas de ángelus han cosido.


Me abrió de par en par su estrecha puerta

cuando atarme a sus raíces ha querido

para resucitar mi boca muerta.


Pepe Martín

2 comentarios:

JOTACET dijo...

QUERIDO AMIGO POETA: MAGNÍFICO COMPENDIO DE TODOS LOS FENÓMENOS SENSORIALES QUE DESCRIBES EN SONETO. ORGULLOSO DE SER COMPAÑERO DE SEMEJANTE MAESTRO. UN ABRAZO.
JOTACET

Pepe Martin dijo...

Gracias Jotacet, tu mensaje casi me sonroja, eres muy expléndido. Un fuerte abrazo amigo, Pepe