viernes, 28 de noviembre de 2008

SEÑORA


Jan Morks Quartet - You don't.mp3



Por el rabillo del ojo,
señora,yo sé que me observa,
que me observa y calibra
como si fuera una experta.

Yo, amarro mi esperanza,
yo enciendo mi experiencia.

Déjeme bailar a dos un tango
de esos que no dan pena
y sí mucho arrebato.

Tiene usted el diestro sable
que me hará la sangría,
porque,
analizando bien la circunstancia,
vivir para usted es…
como perder la vida.

Y si se piensa bien,
usted es mi segundo…
tiene usted mi reloj anclado
en su hora en punto,
porque usted y yo somos dos
pero contamos uno,
y sin embargo usted sola
es la base de mi mundo.

Analice el diafragma que cubre mis ojos,
y si acaso los ve opacos,
no les lea tristeza
que son fiebres de un sofoco,
un sofoco fumado en el deseo
que me trae por usted loco.

Apueste diez a uno
que soy quien más la ama,
y por apostar apueste
hasta el dorso de su alma
haciendo su altura dócil
para que pueda alcanzarla
hasta la sombra pobre
que no podrá ocultarla.

Mire que beso sus pies,
que soy como su tierra
y ese aliento febril
que asciende por sus piernas.

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