domingo, 12 de octubre de 2008

SILENCIO EN MI BOCA


Ya me he ido
por donde nunca quise irme,
ya me vengo
como luz del otro mundo,
ya me cubre
la tristeza que pinté.


Me dijeron que era una rama tuerta
sin un amor florecido,
y contesté:
Estoy enfermo de abundancia
por un amor carcelero,
porque el silencio impone castigo de hoguera
a los labios inútilmente sellados
cuando no declaran su amor.


Tengo dentro un mezquino enemigo
llamado orgullo,
y un rayo roto en mi vista
cuando no la miro,
y una sábana de escarcha
cuando no la toco,
es, como escupir a las estrellas
cauterizando mi cara.


Este loco amor mío
me zarandea los ejes de mis centros
mientras me cubro bajo el manto
de la hipocresía ante sus ojos,
edificando un muro de días
que no me emparedan,
porque el cemento del orgullo
no puede nada contra su verdad,
muy al contrario,
me afecta al cerebro en la locura
de poder mirarla, de querer tocarla,
de intentar beberla en la humildad
de este estómago podrido
en ideas inconcebibles e inútiles,
porque la quiero como la sangre
al tic, tac, de su corazón

Ya me he ido
por donde nunca quise irme,
ya me vengo
como luz del otro mundo,
ya me cubre la tristeza que pinté.

Subiré mi savia
por el ciprés del desconsuelo..

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