viernes, 30 de marzo de 2007

CABALLO ARABE

Capricho árabe

Canta el agua su aleluya - por los setos del jardín,
y sus rezos al Profeta - tras los muros y el cauchil.
Dicen que por los Tristes - cabalga un caballo negro,
como sombra de una noche - en plenilunio sereno.
Su relincho es un quejido - que acuchilla los adarbes,
pues recuerda lo perdido - tras la almenada gigante.
Diez mil estrellas fugaces - centellean por su pelo,
su sangre lleva gigante - aunque su porte es pequeño.
¡Árabe diría que es - a juzgar por sus atuendos!
Marca el paso como el ave, - sus cascos va retrayendo,
quiere acariciar el aire - y,
en conjunto está queriendo,
danzar algún rito árabe - luego pisa con ingenio.
Su casco la tierra bate - y levanta hilos de fuego
si la calzada deshace - sangrando al mismito infierno;
si es que en Granada lo hay… - lo cual… ¡habría que verlo!.
La fresca arteria del río - le abre sus verdes charcas,
y una corona de luna - brinca del fondo del agua,
que al contacto de sus cascos - es un enjambre de plata,
y se abraza a sus hijares - cuando se llueve entre patas.
El resollar de sus belfos - las márgenes viste de perlas…
con la acaricia del aire - sus narices aletean,
resoplan nieblas candentes - como el agua de una templa.
Su crin es una cascada - que se solaza en el aire
hasta caer desmayada - cual trasparente alfarame.*
Caracolea… - como un Pegaso se expande
azotando con su cola - los duendes que tiene el valle,
y se viste de luciérnagas - arco iris de diamantes
que ensartados en rosarios – son la gloria de las Náyades…

Vengo arrastrando cadenas - para dormir junto a ti,
campanita de la Vela - reloj del viejo Albaicín -.>
<-¡Escuchaste mi plegaria… - que yo no quise morir
sin ver tu sombra dorada - entre el Darro y el Genil !->
<-¡Qué triste fue mi destino - mucho fue lo que sufrí,
pues llevo tu encantamiento - de vagar cerca de ti!->
<-¡Cada noche vengo a ti - hogar de mis sufrimientos.
Mis glorias con Boabdil - con su marcha fenecieron.-!>
<- Permite que ahora descanse - mis huesos en ti por fin,
bajo un mirto de tu barco; - entre el Darro y el Genil -.>
<-¡Ven mi tumba a iluminar - cuando asomes por Levante,
dándome tu oriental paz - fundiéndome con mi amante!->
<-Quiso el Rey Chico soltar - a este equino en su querencia;
desterrado no me quiso – y me impuso esta condena
de que al no verte sus ojos – yo te contara sus penas->
<-¡Vengo arrastrando cadenas - para dormir junto a ti…
campanita de la Vela… - reloj del viejo Albaicín!->.

Pepe Martín

1 comentario:

Unknown dijo...

con ese color de tetra cuesta mucho leerlo