Mujer contra mujer
Mi aliento en la noche
deambula con pisadas tristes por ti y te canta,
y mi verso chapotea en tus aguas
como pez empeñado en su insecto.
Tengo la noche triste,
y sus estrellas rielan temblorosas mil recuerdos.
Cuando la nostalgia se agita,
es lluvia-barro que las cales mata.
Me siento fatal
y no quisiera deambular tu calle ladrando
a tu luna hoy indiferente.
Te quise ola explosionada en mis diques
arrasándome la piel,
sentí tus ondas quebradas besar mis islas de deseo,
romper los amarres imposibles
de mi sangre en avenida
para ser devorado por ti,
delta y beso entre mar y río.
No debiera extrañar a nadie
que aún guarde nuestro amor
en la cárcel de una caracola.
Te quiero al menos en esa caja de música
donde mi oído se espuma y tu mar me canta.
Pepe Martín.
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