sábado, 31 de marzo de 2007

NANA TRISTE A UN NO NATO

claro.mid


¡Duérmete mi clavel,

tus pies me llaman!
¡Duérmete mi rosal
y oye mi nana!
Mi niño, ¡nace!,
como agua de montaña
corra tu sangre.

En cunas de mil sueños“

Manuel” reinaba,
y en nanas de su madre
se coronaba.
Blasón del padre,
él, al nacer sería
flor de su sangre.

En las cortes de España

será ministro,
o jefe de embajada
del propio Egipto.
Bandera al viento,
el pendón de su padre…
¡su paz de viejo!

¡Espejo de tu madre!

¡girasol mío!,
cuchillito de jade
de mi martirio,
mi flor grana
teque en un paño de seda
fuiste a enhebrarte.

Quien diría mi niño,

pez de mis aguas
que como ángel dormido
buscas tu alma,
que en mis entrañas
tu sangre se hará negra…
ramas heladas.

¡Nana, mi niño nana!,

como agua y agua
se escurrió tu flor de oro.
Mi llanto es plata,
refleja tu sol
en su ojera sangrienta…
Nunca te vio.

Cuánta alegría florida

de amor al niño.
Qué ilusiones partidas,
sol sin camino.
Almas dolidas
ensarta el cuchillo
que siega vidas.

¡Oh, estancia vacía,

matriz sin hijo!
Qué ilusión tan marchita,
cuna sin niño.
Qué corazón.
Qué brazos solitarios
sin ese amor.

En el rincón de umbría

de un jardincillo,
puja por cobrar vida
su aborto frío.
Que le dio cita
una muerte inconcreta
siempre maldita.

Sueña con que acaricio

tus manos quietas,
mi llanto forma un río
que las calienta.
Mientras te riega,
la flor del jazmincillo
Blanca, te nieva.

Se extinguió como perla

en vino tinto…
y el no nato no medra
tras su destino.
Rojo florido,
corazón de gladiolo.
¡Por fin, nacido!.

Pepe Martín

No hay comentarios: