sábado, 12 de mayo de 2007

CARNE PUSO EL AMOR


SunBeat.wma



Acto de fe y perjurio
su abrazo de sol y muerte,
como las piedras de umbría
lloraba bajo mi suerte,
Y ahora, ya no me quejo.
Nimbada de atardecer
en tu silueta me quemo,
tú eres guija en que edifico
con mis caricias de experto
y adobes de vena y sangre
para hacerte un monumento.
Ingeniero soy ilustre
y hago piedras con mis versos.

En mis pies llevo el misterio,
mis manos traen mil ansias,
en mi entraña arde una yesca
y mis labios son dos brasas.
Necesito de la miel
del panal de tus entrañas.

Tu halo lunar me baña
con azules de sosiego.
¿No ves que te miro, miro,
bajo esta gran sed despierto?
Mis párpados son dos nidos,
negras copas de tu cielo.
Tus ojos gajos de luna
me rielan en los sueños,
son alas de algún diablillo
en mi alma sobrepuesto.
Me desangro por tu piel
y me queman los anhelos.
M escaldaría en tu luz
porque me encendiera el cuerpo,
cuerpo tuyo que precisa
de tu pasión como riego.

Mi sed bienaventurada,
mi lengua engarzada en gemas,
mi saliva cristalina,
la carne descalza y bella
donde tu lirio naufraga
y por quien mi sexo pena.

Mis pétalos rubios abro
y cuando te vas los cierro,
y me quedo girasola
guardando un nuevo incendio.
Carne nos puso el amor
y sangre hirviente el deseo.
Desnudaron mis paredes
y las tapicé de ensueños.
No me verás alejarme
como un ataúd de fuego.

Pepe Martín

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