en la noche de la sangre iluminada.
Restitúyeme en tu sombra
Restitúyeme en tu sombra
como aliado agazapado de tus noches
donde habita mi pulso buscando su sosiego.
Mira mi deseo entre venas llegado,
Mira mi deseo entre venas llegado,
árbol donde el amor alzó sus flores,
por sus ramas hay fuego y fiesta de solsticio
y me crepita el deseo escondido entre los huesos.
Yo canto al allegro dolor de amarte,
Yo canto al allegro dolor de amarte,
a tu erguida luz que un fuego habita y mueve,
y la carne se me desborda verso
en goce imperecedero y sinfónico
en las horas en que somos inmortales,
pura gloria y alegre sonrisa.
Entre tu muerte y la mía,
Entre tu muerte y la mía,
confundidos los cuerpos,
nos crecen los rosales.
Eres ser ardiendo entre mis carnes,
Eres ser ardiendo entre mis carnes,
sostén y arquitectura de mi anhelo.
Estoy pleno y confundido en tus entrañas,
Estoy pleno y confundido en tus entrañas,
caído en lo profundo de tu sexo y de tu tierra
mientras mis versos de amor
en tu oído desvanezco.
Tu beso se hace fuego por mi piel,
Tu beso se hace fuego por mi piel,
me mata entre su noche y me restituye al día.
Pepe Martín
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