LOS NOVIOS

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Gire larga la rueda,
que resbalen las aguas,
que se curven los juncos
y se mesan las cañas

Se miran los novios,

se paran las aguas,

jugaban las manos

y el aire en las faldas.

Un susurro en la noche,

apenas se escuchaba,

el amante en su fiebre

su celo declaraba:

-Que el dolor de mi sangre

se acune por tus ramas,

y en tus venas añiles

mi pasión desbordada.

Del claustro de tu cuerpo

ábreme la entrada,

que den miel tus dos pechos

para mi boca amarga.

Pon mi aliento de fuego

en tu cadera helada,

y en tus ojos dormidos

mi pasión emboscada-.

La luna pone lazos

a las manitas blandas,

pone el aire cuchillos

a resistencias bravas.

Ay, lunita que pintas

y bordas con tu plata,

mira como las aguas

desnudas y descalzas,

se llevan sus claveles

para la mar salada.

Pepe Martín.