de ponerte ante mis ojos,
la culpa la tienen ellos
que te quieren con cerrojos.
Tienes al enemigo en casa,
Tienes al enemigo en casa,
está de puertas pa dentro.
Protégete de tu sangre
que está pidiendo lo nuestro.
Me colé como un espía
Me colé como un espía
tras los muros de tu casa
y sé tu geografía
que tiene mi misma llama.
Dices que soy imprudente,
Dices que soy imprudente,
y eso es lo que me queda,
es el arranque de casta
del que la puntilla espera.
Imprudente ¡sí señor!
Imprudente ¡sí señor!
yo soy un hombre imprudente,
si otro camino no queda,
si yo no debo quererte.
Eres mi último tren,
Eres mi último tren,
eres mi campo de lirios,
eres reja de la cárcel
donde sufro este martirio
de no tener mucha vida
de no tener mucha vida
para tirarla contigo,
de no tener menos años
para estar siempre a tu abrigo.
Lástima de hilos de sol
Lástima de hilos de sol
de tu araña tejedora,
para una presa tan flaca
que ni sus hebras la tocan.
Lástima de aguas de sal,
Lástima de aguas de sal,
lástima de estos caminos
donde hundido hasta los hombros
sólo bebo mis prejuicios.
Porque yo no quiero verte
Porque yo no quiero verte
y en mis ojos pongo vendas,
pero ya ves que mis perros
a lamer van a tu puerta.
Imprudentes, imprudentes,
Imprudentes, imprudentes,
jugando con los relojes,
y con este trae y lleva
de nuestro juego de amores.
Pepe Martín.
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