COMO DOS RUBIES DISTANCIADOS

Paean.mp3



Amor, ¿Dónde estabas todo este tiempo?

Sin ti andaba perdido en mi mina incolora de ciudades,

aprisionado entre rocas de esquinas, sin encontrar salida.

acrisolado en mi moho de deberes depredante.

Tanteé en mi ceguera cada cristal de inconvenientes,

cada chino libre de su mala existencia,

cada roca cúbica de prejuicios sin encontrarte.

Siempre anhelando hallar el sol rojo de tu poniente,

tus rasgos adorables tantas veces soñados…

pero el tiempo con su arena me abstenía de tu imagen.

Ya temía encontrar en la salida

una mirada de cristal opaco,

una sonrisa carnavalesca y fría,

unas manos heladas con dedos de carámbanos.

Temblé entre cadáveres de pasiones muertas

que me arrullaban en su tierra brotada de jacintos adorables.

Dormía bendecido sobre su pirámide de oros…

pero la piedra rubí de mi corazónsangraba,

necesitaba tu pulidora caricia,

el beso ciclado al durmiente en espera.
Buscaba la promesa de amor que se me debía

y que el destino, taimado deudor, me negaba.
Te busqué mordiente y escarnecido, oculto

como víbora ciega tras los teclados aciagos,

pulsaba enfebrecido mi canto a la hembra,

en mi teclado de letras aldábicas

que tan sólo me aportaban tus espejismos, ¡nada!

Pero te encontré,

te encontré, ¡mi salida!, al cabo de mis días

soleada de pasiones, radiante de verdades y entregas.

Ahora encontré mi joya y… ¡temo!

temo tocarla y con ello mancharle

su virginal brillo de ola ensangrentada y salvaje.

Tú me encendiste en luz púrpura

puliéndome, cubriendome con diamantes cada arista

nevaste mi piedra de reflejos rojos,

tú, talladora del ala de mis besos

haciéndome tu campo de amapolas estelado,

Tú me has rescatado de la mina perdida de mi vida

y me has hecho rutilante para ti.

Tú me hablas gloriosa desde tu cristal

sangrante de deseos granates

donde desbordo mis gotas de amor.

Ahora mi resonancia despierta el diapasón de tu savia

y no existe silencio que deprede mis palabras.

Pepe Martín