la dulce palabra amor,
la de belleza,
la de delirio,
la de silencio,
la de temblor,
la de caricia.
Y acerté a conjugar:
¡Sin ti, mi vida
es un me muero!
¡Cúbreme en luz!
¡Cúbreme en luz!
De los ángeles suaves de tu frente
será vestido,
salto fumado sobre mis ojos
con dulzuras esenciales.
Estreméceme el rocío
Estreméceme el rocío
de mis labios
con una elipse
de estrellas enlazadas,
como el ala amanecida
de un leve beso.
Dame el ambarino néctar
Dame el ambarino néctar
de la gracia suspendida
en la rama de tu pecho y
toma mi verso concreto
que te acaricie
en lo sagrado que digo.
Pepe Martín
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