sobre las playas del tálamo.
Obséquiate a mí
como la mar de mañana
cariñosa y desnuda
para darles tus desvelos
a mi infinita arena..
Deja marcadas tus huellas
de sirena en mi cuarzo,
con gaviotas blancas
y caminitos de estrellas.
Ven y trae tu contraluz
Ven y trae tu contraluz
tan sexi, tan demoníaco,
tu desnudo de hija
del rojo crepúsculo.
Me desnudaré ventana
para iluminarme con tus luces.
Ven transparente de fuegos
y sinuosidades
y escribe con luz tu huella
en el cuarzo de esta cama,
refléjate sobre
sus ondas de seda.
titila la lengua de agua
que así me seduce,
que inunda de sal
y tan alegres demencias
mientras tomo con mis manos
sus maduros frutos,
limones en tu pecho.
Deja a la noche
Deja a la noche
sincerarse y convencernos
de sus sendas y Vías Lácteas.
Que la efervescencia de ola
se haga trance en la caricia,
que nuestros brazos nos doren
con su candencia tan húmeda,
que mi humanidad arcaica
sublevada en mi sangre,
zumbe apasionada
de sus abejas y espumas.
Ya ves…
Ya ves…
me nevó el amor
su inmensa ola desprendida
desde el alud de tus ojos.
Pepe Martín
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