configuré el mapa de tu piel de vino,
puedo calibrar el sabor de tu piel
por comarcas de cosecha,
hoy sé la procedencia de la uvas de tu dicha,
su olor, su paladar, su lágrima, su espíritu,
y el poder envolvente que aplica a mi pecho.
Voy a ponerle a cada uno de tus sitios su etiqueta:
Voy a ponerle a cada uno de tus sitios su etiqueta:
aquí mis manos, aquí mi sexo, aquí mi lengua…
creo que ligando tus sabores
alcanzaré la mezcla perfecta.
Degustaré tu espalda excitada
de transparencias ambarinas de atardecer,
Templaré los escalofríos de tu cintura
con el tártaro de mi sangre efervescente
removiendo tu sangre como un mosto nuevo.
Palparé las viñas de tu vientre
dorado al sol de la pasión
en ignición constante,
Te olfatearé y me emborrachare
hasta quedar saciado de ti.
y ebrio en tu rica bodega
seré tu Noé
que aguarda recomponer nuestro mundo
desde tu caos promiscuo.
Sé que tu rescoldo me dejara alcohólico de dicha
como un sublimado de la esencia de la vida
movido en la levadura de tus entrañas.
Pepe Martín.
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