Cusco - Tula.mp3
Hombre de poca fe,
¿de donde nacen tus dudas?
Te rendí mi pleitesía,
te agasajé con largura,
te di a probar cerezas
que son de mis labios fruta,
te di a beber la pócima
que a otras mentes claras nubla:
este amor de carne y hueso
que envuelve a mi alma pura.
Si yo no tengo otra arma
que la que da la ternura,
un amor de pedernal
al que no encuentras fisura.
Has hecho de la distancia
el foso que te circunda,
y has incendiado tus puentes
para que no dejen dudas.
Sea tu ojo comisario
de esta mi débil figura
que no dispone otra arma
que un amor a su cintura.
¡Un amor a sangre y fuego
frente a un recelo de espuma
que se engaña tras el velo
de las púas que te anulan!
Ahora te aguardo en desgaste
por si el recelo se nubla,
y me siento ante tu puerta
paciente como una duna
a esperar que se derrumbe
el muro que te figuras.
Pepe Martín
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