Conjuguemos amar con arrebatado acento,
derrochemos su capital con creadora meta,
que cada limo de su esquina sea una flor,
que cada salto de su fuente diluya una sombra.
Bebamos a sorbitos nuestra gota de destino
Bebamos a sorbitos nuestra gota de destino
y escribamos nuestra dicha sobre altares de susurros,
mitad varón y mitad hembra, un solo ente enamorado,
estelares, inmensos, subterráneos, concéntricos…
Apasionados y jubilosos de la otra orilla del llanto,
Apasionados y jubilosos de la otra orilla del llanto,
escenificando cada luna vivida en nuestros sueños,
efervescentes y rodantes en levadura de ingles,
asentando bien los sillares lascivos de nuestro puente.
Desnudemos lentamente el amor y sus sentidos
Desnudemos lentamente el amor y sus sentidos
para que cada mirada sea un tigre de pasión,
brindemos nuestros besos en copas de piel íntima
deshilando cada uno de nuestros vivos secretos.
De los pechos y las manos hacia la vida inmensa
De los pechos y las manos hacia la vida inmensa
donde el gong del placer nos proclama reyes,
donde el grito del orgasmo nos vista con sus albas,
donde no reconozcamos alambradas entre vida y gloria.
Pepe Martín
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