que se perla por mi frente
y que tensa la ballesta de mi pasión
para dispararme a ti
porque sólo tú eres mi luna de fuego.
Y Dios te hizo copa en ignición
Y Dios te hizo copa en ignición
para que yo te bebiera
en las mansiones húmedas
para que paladee y palpe
con mi lengua retráctil y prensil
tu paladar de salivas ardientes.
que se hacen lava en el cráter de mi boca.
Quiero pastar esa otra copa de la vida
Quiero pastar esa otra copa de la vida
esa luna roja en negro firmamento
donde la lengua se embriaga y da mil tumbos,
esa que las ingles coronan
con su musgo enervante y obsceno,
donde la vida se hace olor
y el olor es vida que se aviva
y recorre la espalda en cresta de fuego
hasta el capitel de la cerviz,
para irradiarse venerada hasta la dermis
donde se arde como antorcha
en la raíz del placer.
Pepe Martín
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