cómo podría mi locura dejar de escucharte,
quitarte a mis ojos y dejar tu abrigo.
Todo fue un maldito malentendido.
Tengo en la boca agua de traumática fuente,
Tengo en la boca agua de traumática fuente,
con la grave experiencia del disloque y la ruina,
¿cómo negarte mi deambular
loco por tus puntos de abismo?
Tú me envainas los odios e iluminas mis recelos.
Alejemos los dos a una este fantasma sin habla.
Sabes que tus ojos y mi vista
hilvanaron nuestro primer aliento,
que en el trino de tu luz surgió mi amor
como un tallo bravío y trepante.
Sabes que tu verso de seda
es ingeniero de mi vida o de mi muerte.
que me sublimo en el veneno divino
de tu cara de ensueño.
Me abandonas al sol y yo me congelo,
Me abandonas al sol y yo me congelo,
me abrigas con tu sombra y no siento frío,
prefiero que me arrope tu umbría de bosques,
tu cuerpo de vida que elegí por sendero,
Me acariciaste el corazón y quedé arropado
vengan a mi inviernos que tu caricia me abriga.
Todo fue un mal entendido,
Todo fue un mal entendido,
un suceso maldito que pretendía alejar nuestras vidas.
Pepe Martín
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