viernes, 27 de julio de 2007

TU NUEVO DÍA DE AMOR



Estoy buscando a Dios por las esquinas para que me ayude,
pero no sé si cumplirá para aquello que fúe solicitado.
En tu espalda aun llevas escrita la nostalgia del amor perdido,
y me parece verte llegar sobre el felino del adiós.
Quisiste darle al amor un sentimiento límite,
aun te veo colgado del ático donde voló tu destino
asomado al filo del tajo que te brinda la muerte,
pues la sima que buscaste, para ti no fue meta, sino término.

Ves mi femineidad, me adivinas espejo de un horror lejano
y vas con pasos de plomo haciendo mi camino.
Te veo escaldado como gato en el fuego del amor
y como estatua de piedra te niegas a dar un paso en mi jardín.
He sacado decidida el naipe de mi suerte
con la fuerza que da a la hembra el amor esperado, y te digo:

¡Ven! envuélveme en tus brazos,
ata a mí tu estribo de distancias
que los míos te darán la solución.
Tengo un corazón de terciopelo
con una válvula hermética
que no admite el adiós.
Sé que te baila una última lágrima en el ojo,
que aun sientes en tu boca
la escarcha del último beso.
Dime, dime qué hacías tú en aquél desierto,
bendito demente, querido loco,
qué hacias sembrado en las eras del abismo,
en brazos del desdén,
tan lejos de mi hombro.
¡Ven! envuélveme en tus brazos,
verás cómo se queda en la distancia aquél tormento,
reposarás en el bálsamo de mis besos y mis ojos
aguardando que el clarín de otro gallo cante
tu nuevo día de amor.

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