viernes, 27 de julio de 2007

CÓMO TE LO DIRÍA


¡Cómo te lo voy a decir, mi vida
para que sepas lo que estoy sufriendo!
Tú me quieres dueño de una gran finca
y yo tengo para ti sólo un huerto.
Todas las noches lo riegan mis lágrimas
pues su recinto está bajo mi pecho,
su alambrada de espino es tu distancia
su sequía es tu frío silencio,
mi corazón se quiebra en hondos surcos
que hora tras hora labra un pensamiento:
el arado de acero de tu olvido
y ese malvado desdén de tus hechos.
En él guardo un pozo de cariño
y en ellos planté un vergel de besos...
Desahuciado está por tu sequía...
talado está, doliente sin tu aliento.
Sobrevive de esta pasión mía
y del riego sangrante de mis huesos.

Pepe Martín

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