¿Qué negro amor te tiene así, en pena?
¿qué distancia te tiene así afligida?
¡quién intenta quitarte así la vida!
¡quién te siega los ojos con arena!
¿Quién será el desgraciado que a mi Nena
le borró su sonrisa florecida?
Cuando ella deja al hombre la mente ida
y la de la mujer de envidia llena.
Quiero verte feliz, que estés tranquila,
que me sonría esa flor celeste
y que a otro amor alumbre tu pupila.
¡Qué no daría yo por verte niña,
sonrosada tu piel de rosa agreste
jugueteando a mi sombra en la campiña!
Pepe Martín
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