Jamás
Ni muerto yo prometiera
fidelidad a otra amante
si a tiempo hubiera sabido
que tú a mí me amabas antes.
No es fácil mi amor por ti
y aquí no hay tejos que valgan,
que por tener tu cariño
me conformo con tu alma.
Porque no se lo merecen
no doy hijos por escusas,
igual que tú no mereces
que te tomen por ilusa.
Lo que dentro de ti guardas
esconderé con cariño...
de eso estoy orgulloso,
porque pienso como un niño.
Bien sé que me debo a ella
y que ella se debe a mí,
pero no salen las cuentas
y no sé yo qué decir...
Que estamos entre abogados
por no saber discernir,
si está de mi parte amando...
¡No noto yo que sea así!
Dejame que a tu pesar
disfrute de ver mi gloria,
porque espero tu milagro
mi Virgen de la Victoria.
Que yo te quise olvidar
y no pude aunque quisiera,
que tu gloria me ha tocado
y galopa por mis venas.
Descalzo voy sobre vidrios
si me alejo de tu puerta,
porque se quedan contigo
las obras de mi conciencia.
Tu calle es como un Calvario
donde peno Cruz a cuestas,
la gloria queda a mi espalda
y enfrente mi penitencia.
Que yo no tengo la culpa
que estés en mi como vela
que ilumina mis paredes
y la cabeza me quema.
Y no te espines el alma...
¡nunca hay dos en el amor!
que no se vean los cuerpos...
¡esto es regalo de Dios!
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