DISCUSION POETICO-TEATRAL
(EN ESCENA)
Quién me iba a mí a decir, mi bien amada,
que me iba a tropezar con una nalga,
quién iba a sospechar, ¡ay, Dios me valga!
que habría de apostar a todo o nada.
Bien cara me ha salido la nalgada,
¡que de esta mi boca jamás salga!
más, mi inmáculo dicho no cabalga
que inocente, por dicho, no hizo nada.
Que en escena se gritan muchas cosas
que nunca han de afectar a quien las toma,
más bien habrán de ser lirios y rosas,
y no ser contempladas como axioma,
no se han de interpretar que, pretenciosas,
quisieron conquistar la Santa Roma.
******
La escena obliga a dichos atrevidos,
pues, si se han de matar qué habrá de aquel
que muere en el tablado, ¡qué pastel!...
decid si no habrá cientos de maridos
cornudos, que matando a mal nacidos
dejaran sin actores el plantel.
Yo soy actor que finjo mi papel
e interpreto mil dichos atrevidos.
No lo hagas personal y vive el tuyo,
pues si no acabaras sintiendo afrenta,
víctima del rubor y de tu orgullo.
Pues esta situación nunca alimenta
algo tan personal hacerlo suyo.
¡Congraciarse a tus ojos éste intenta!
sábado, 28 de julio de 2007
DISCUSIÓN POR UNA NALGA
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