Lo que yo hice contigo
es algo que me enardece,
¿No ves que yo te adivino,
que salen de tus entrañas
mis locuras y suspiros?
Que rezuman por tus ojos
mis limones amarillos,
que me atan a ti cordones
que son llamados instintos,
que tu niño luz se muere
apagado en su martirio.
Tienes un gato encerrado
en una jaula con mirtos,
que me escaldan, que me abrasan,
cuando estás en mi camino,
de deseo y de lascivia,
pasión y amor infinito,
y me pierdo en la espesura
de no tocar lo que pido,
y me gimen carne y huesos
cuando no encuentro tu abrigo.
Yo aplasto mi nariz
en los transparentes vidrios
de tu alma escaparate
goloso de to tus lirios.
Ven y dame tu lascivia
con ese amor infinito.
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