lunes, 30 de abril de 2007

ABANDONO


Marrinello Orchestra..>



Hace ya un siglo perdía la existencia
cuando supe que al fin me abandonabas…
de repente perdí el ave de mi vida,
no huida, porque tú te la llevabas.
Ya no hay leña y mi carne ya no arde,
que no la atizan las llamas de tus palmas.
¿Y qué hice yo tendido en esos linos
que acumuló tu escarcha por mi cama?
en mi alma negra no quedaron lunas,
y si quedaron mil sombras las borraban.

Tu recuerdo mucho tiempo me hizo señas
se escondió por las columnas de mi alma,
por el lomo de mis sierras no llegaron
caracolas nacaradas de tus albas.
Me envolvió el raso negro de la noche
sin los astros que tu presencia le daba

Sécate, pues, con poder y con dinero
el llanto amargo que moja tus espaldas,
porque yo no tengo aldaba en mi puerta,
ni tengo mirilla, ni tu llave encaja.

Ya te olvidaron mi sangre y mis venas,
los rincones de mi cuerpo y mi piel blanca,
te olvidó mi amor a la fuerza sordo.
Tú, de tu mano quedaste suicidada
y lentamente de mí te has acabado
como se agota el aliento en la garganta.

He cercado mi cama de alambre espino,
con mi yunta haré la calle de tu marcha,
la sembré de bravas pitas y cicuta
“pa” que tu bestia se muera envenenada.

Me he raspado la mente dolorosa,
he planchado las arrugas de mi alma,
de mi corazón roto surcí el sancajo
y estrangulé mi sentir en su palabra.

Y me he muerto envenenado con mi llanto,
y he pasado un secador por mis pestañas,
en mis ingles he clavado siete astillas
y mis ansias con un gancho de matanza.


Pepe Martín.

No hay comentarios: