jueves, 12 de abril de 2007

ALTA COMO LA NOCHE

Enya - Drifting Instrumental


Mi amada, tu nombre encuentro
entre mis labios atado aunque no quiera,
niña de la sonrisa azul y del quebranto.

Cautivo por mis suspiros voy a rastras
al círculo oscuro que me ha dejado tu nada,
y tengo mi corazón derrumbado como un Ícaro
por la curva quebrada que me dio tu vuelo.

Sé que me querías y me quieres
por los bordes del geranio y de su llama
y que mi piel era el suelo hollado
por los lirios de tus gemidos.
También sé que tu corazón es campana
que ahora llora a muerte
o arrebato si me acerco a ti.
Sé que te duelen las entrañas de tus sombras,
que te encuentras para mi alta como la noche
y recortada en tus colinas.

No condenes a la nada nuestro coloquio
de la llama y la nieve, de la piedra y el agua,
del suspiro y el viento, del colibrí y la flor.

Ahora vengo a ti con la espina amorosa del sollozo,
porque adoro tu beso de jazmín
batido en un pulso de labios desvelados
en el pentagrama de notas como nardos de nuestro sueño.
Ahora de mí estas ausente melódica y nocturna,
pero yo voy a guardar para ti
una clave de sol donde todo es cristal,
cuando tu noche despierte
ordenando sus rosas y quebradas.

Dame tu noche tan íntima
como una cabellera desordenada de estrellas,
tú, la de las manos hondas musicales,
la de la sangre inquieta que revive en la música y su juego,
la del arpegio íntimo donde mi nota mora,
dame el acorde de tu sonrisa
de atardecer violeta y sangrante,
que nuestro nido aguarda la hora de tus venas y mi pulso.

Pepe Martín

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