Una gota helada recorre esta piel que es tuya,
que se muere de a poco, sin tu calor.
Mi pecho es fragua de rosas
y mi aliento es el fuego que solea esos fríos
Mis dedos que han captado el contorno exacto de tus ganas,
reptan solitarios tratando de encontrarte.
Para ti me hago fibra estremecida
y mis venas cuelgan sus frutos para ti.
Téjeme un puente de besos que acorte la distancia
y reconcilie para siempre la carne con el alma.
Beberé en tus labios la música de sus uvas
y fermentaré en mi pecho el sol de su caldo.
Oiré la grave entonación de tu voz, hablándome suavemente
mientras me estremezco bajo su amorosa vibración.
Tengo las golondrinas de tu pelo picando por mis hombros
y las perlas de tu boca rodando por mi pecho.
Resolvamos finalmente esta ansiosa necesidad de palparnos
y hundámonos gozosos en este mar sin tiempo
Abrázame fuerte y hazme tu elegido
que yo entre mis anillos te haré mi reina.
Cuando me posees no pienso, me la paso sintiendo,
me gusta flotar en tu cuerpo,sin memoria, sin tiempo.
Para ti soy sol que madura tu piel de nupciales manzanas,
minutero de tu seno que te entrega sus auroras.
Ahora estoy impregnada de tí y tú llevas mi aroma,
lentamente me acomodo en el hueco de tu ternura,
extiendo mis raíces, e inocente y primitiva, me voy quedando dormida.
Cubro tu sombra y la injerto en la mía,
tu vestido de aromas me quema y enerva,
y el rumor de la sangre se me crece hasta tu noche
en esta hora de tu sueño y mi deseo consumado.
Cubro tu sombra y la injerto en la mía,
tu vestido de aromas me quema y enerva,
y el rumor de la sangre se me crece hasta tu noche
en esta hora de tu sueño y mi deseo consumado.
Pepe Martín / M.Le Chat
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