viernes, 27 de abril de 2007

TODOPODEROSO SERVIDOR


Babylon.mp3



Me corroían los líquenes
crecidos en tu espera
cuando nuestros arcos diametrales opuestos
se negaban a ser redondos.

Nuestros cuerpos lloraban su semivacío
aguardando la esperanzade
encontrarse semillenos
y así poder hilar nuestra euforia.

Y ahora, en maldito instante,
camino por las ondas
con mi tacto de bastón blanco
hecho una blasfemia.

Tu nada es el vacío al cubo
de mis paredes
que me piden los tapices de tus besos.
Busco tu cariño entre la maleza de los email,
y se me resisten como aduaneros del éter.

¡Hoy no entran los mensajes!
Hay en mi corazón
eclipse electrónico de lunas
y desesperación en mi alma
entre miedos ansiolíticos de mármol.
Puede que más tarde
duerman algunos internautas
y madruguen nuestros ojos
sin haber dormido.
Rezaremos al todopoderoso servidor
que se apiade de nosotros.

Tras la tarde de ayer de plenitud
era de esperar algo malo
que hoy nos llega
en forma de sombra computerizada
y ahora nos dejan sólo, la sola soledad.

Aquí estoy regando los cardos del silencio
con un deseo sin dieta de palabras,
un email de distancia entre nosotros,
una alambrada kilometral en nuestros labios,
un eclipse literal en nuestra vista
y un murciélago de duda
bajo la suela del zapato.

Pido a las ondas sacrosantas
que iluminen mi pantalla de esperanza,
para que unamos nuestras mutuas tentaciones
en regocijo sorpresivo
entre alientos pulsados
que nos enciendan las sonrisas,
tan naturalmente
como el torrente se acelera sin culpa.

Perdámonos del llanto en la distancia
de nuestro anhelo mutuo
que se esconde tras la piedra del teclado,
cuando al todopoderoso servidor
le venga en gana.

Pepe Martín

No hay comentarios: