lunes, 30 de abril de 2007

SILENCIOSO TE QUIERO


Un silencioso ¡te quiero!
vive entre nosotros,
lo siento revoloteando, mariposa de tu primavera,
como una sonrisa en clave de sol.
Un silencioso ¡te quiero!
no herido de palabras
viaja nuestra sombra y le pone luz.
Lo que yo te di y tú me has entregado
es como una mariposa de cristal
que nos nació libre y es traviesa, en sostenido vital
por las amapolas de nuestra sangre.
Él conoce instintivo la fiebre
de mi sangre y sus escalas,
y que tus desnudos encantos
me están en sintonía.
Él es alba que descorre
los cerrojos de nuestra noche
haciéndose columna
y pedestal de nuestro día,
y bálsamo del dolor en las ausencias.
Nos ha desposado un ¡te quiero! mudo
en nuestra mutua entrega,
y su larva habla del hambre entre los dos.
Amor con amor se pagay su hecho
es el oro febril y consaguineo,
por las hojas de los besos y su melodía.
Nunca más solos tú y yo
con un ¡te quiero!
sin palabras entre ambos,
enamorado de amarse revoloteante
en el consistente mundo que ha creado entre los dos.
Como luz armónica nos roza los labios
entregado y musical en su silencio.
Pepe Martín.

No hay comentarios: