martes, 17 de abril de 2007

EL ECO DE TUS OJOS

Celtic Spirit - Avondale


Hay ecos apremiantes en tus ojos que me gritan:
¡ven!¡Ay, esta vida de amor perdurable tuya y mía!
¡Mi vida!, por ti tengo el sueño en pie de alerta
porque la mañana de tu boca me susurra al oído en la almohada,
aquí me tienes sonámbulo buscando tus caricias.

Como una loca, tiene brotes de traición mi lengua a este silencio
cuando la distancia aconseja que me calle.
¡Ay, esas manos que no alcanzo y que hago mías en la lejanía!
Aquí te doy mis llaves, desde ahora no opongo resistencia,
Te entrego las murallas de mi piel
y estará abierto para siempre su vado.
Voy a vivir siempre así, sabiéndome vivido.
Voy a aliarme a ti en contra a tus entrañas
para vencer su grito aunque sea a cuerpo y sexo
y a ducharme en esa brea ardiente de tu sangre.

Espejos son las fuentes que de ti hago brotar
manantial de lujuria y sed de mi.
En su vado reposado nievan mis cerezos
que empañan tu luna y sus aullidos.

Conoces cada arteria de mi lava
y tu celo rastrea como fiera mis instintos
hasta encontrar emboscado al animal que me vive.
Voy a cubrirte cada luna perpetua a tu medida,
a urdir emboscadas para caer febril sobre tu cuello,
voy a dejarte la marca de mis dientes en la nuca
para ser tu sombra ajustada entre rugidos.
Se que voy a caer en ese instante esclavo de tus ayes.
Aquí me tienes sonámbulo buscando tus caricias,
embrujado en el aliento de tus ojos soñados,
esposado en las hiedras de acero de tus brazos,
crucificado en las alas de tu embrujo,
esclavo del azufre de tus versos,
y atado a la fiebre de tu cerne
porque tu eres mi llama y yo tu Prometeo.

Ya está hilado el nudo gordiano de pasión
al que llamas tu mordaza.


Pepe Martín.

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